dissabte, 1 de novembre del 2014

EL VALS DEL 9/N

A medida que se acerca el 9/N, siento una especie de malas vibraciones cada vez con más insistencia, más cerca. Y no tengo respuestas para esa inquietud. Pocos son ya los que creen que en España rige una democracia consolidada, como podría ser la británica o la holandesa, para entendernos. Sin exagerar, tampoco creo en ninguna acción cruenta pese a los delirios de los grupos reaccionarios y fascistoides que claman por un bombardeo de Cataluña cada cincuenta años aludiendo a las recomendaciones atribuidas al general Espartero. La historia de España es una historia de violencia, levantamientos y golpes de estado. No deja de ser paradójico, por no decir vergonzoso y estúpido, que el único trozo de España realmente europeo, tierra de emprendedores, y bilingües sin problemas, sea constantemente azotada por las incomprensibles iras de todos los gobiernos de la nación, sean conservadores o progresistas, tanto da, vienen a ser lo mismo disfrazados de salva patrias. Intransigentes, exigentes, dominantes, excluyentes, pero fatalmente codiciosos en aras a una solidaridad de la que ellos son administradores y distribuidores con nulos criterios de equidad y rentabilidad, a excepción de satisfacer los requerimientos de amigos y conocidos. Política “familiar”. Valga como ejemplo la disparatada red de alta velocidad que ante las quejas por la falta de inversiones en Cataluña, la ministra del ramo argumentó que la alta velocidad debe llegar a todas partes porque todos somos iguales ante la ley! Mastodónticas inversiones que ni Estados Unidos se puede permitir. Excluyendo Cataluña y quizá Andalucía, en los demás tramos de AVE solo se apea el revisor en las estaciones y lo abordan el mismo revisor y su bocadillo. Yo es que cuando oigo nombrar la Marca España salgo despavorido como un poseso, con una mano en la cartera y la otra tapándome la cara por aquello de la vergüenza ajena.

España no es que no pueda desligarse de su tópica y ancestral idiosincrasia, su anti europeísmo, su desprecio por las lenguas distintas del castellano, su arcaico atraso, su casposa fanfarronería, su irrenunciable envidia, su centralismo excluyente, su terror y desprecio a reconocer los distintos pueblos y culturas que la integran, en fin, no es que no puedan, es que no les sale de los cojones. Perdonen el exabrupto pero es la manera  de virilizar su idioma. Su machismo democrático es el de fusilar a Mas, el deseo de que el Ébola penetre en Cataluña, aplacar el malestar de los catalanes con los pisotones de bonitos tanques, suscribirnos al Tribunal Constitucional, ahogarnos financieramente o proclamar a los cuatro vientos que somos muy malos y nadie debe darnos la palabra.

Lejos de afrontar de cara el órdago de los catalanes, se decantan por la guerra de las cloacas, las infamias, las mentiras, las amenazas, los infundados rumores. Cataluña no es que quiera independizarse, es que quiere huir de este mal sueño, necesita sustraerse a tanta basura, y los que tanto desconocen y dudan de un futuro incierto, piensen en lo que si conocen, el pasado y el presente. Piensen en Rato, Blesa, Acebes, Bankia, Pujol y sus hijos, Gúrtel, el saqueo del Palau, la toxicidad del PP valenciano, el incalificable latrocinio andaluz, los 51 inculpados por el escándalo de la comunidad de Madrid, el manoseo de caja en Murcia, el sindicalista millonario, la ministra Mato, y un inacabable etcétera. La infección derivada de la corrupción empequeñece el terror del letal virus africano.


No lo sé, desconfío de casi todo, este es un país con grave déficit democrático y de él se puede esperar casi todo. Antes he dicho que no creo que el estado se exceda el 9/N con acciones represivas de cierto calado ante una población pacífica que solo pretende conocer la opinión de sus moradores que, por no ser, ni tan solo es vinculante. Pero tengo mis dudas, lo que para muchos podría ser como un vals en los bosques de Viena, otros podrían emponzoñarlo  como el vals de las ostias del 9/N. Además le tienen ganas.