dimecres, 29 de juny del 2016

CRÓNICAS EN TINTA AZUL. ESPAÑOLES!! FRANCO NO HA MUERTO. ESTÁ ESPAÑA ENFERMA?

Si, el caudillo intransigente, intolerante y dictador, se mudó de su domicilio terrenal el 20 de noviembre de 1975. Y que tiene qué ver esta necrológica con nuestro blog? Pues no demasiado, es tan solo un ribete, un matiz, un determinado color púrpura con el que adornar los sufragios del pasado domingo. España en masa votó al pasado, al conservadurismo. Está enferma España? Naturalmente que no, si así lo consideráramos estaríamos negando la esencia de la propia democracia. El voto es personal y secreto, y si antes de entrar o salir del colegio electoral es asaltado por los encuestadores micrófono en ristre, responde lo que mejor le parece en el momento. De ahí el sonado fracaso de todas las encuestas a las veinte horas del domingo. Si los españoles han votado P.P, mayoritariamente, nada que decir. Otra cosa es que las redes sociales extiendan la posibilidad de que haya existido tongo. No me lo puedo ni imaginar, estaríamos a nivel de Venezuela, Guinea ecuatorial o la Rusia de Putin.

Claro que tratándose de  la España de Rajoy y del ministro Fernández Díaz, ya casi es todo posible. Si no que se lo pregunten a los miles de conciudadanos residentes en el extranjero que no han podido votar. Hasta ahora solo se producía este veto en las convocatorias catalanas, pero esta vez se ha extendido a casi todos los residentes allende fronteras. Las embajadas y consulados han estado convenientemente engrasadas para entorpecer el derecho a votar. Todo el mapa español ha quedado impregnado de color azul, azul gaviota. Excepto Catalunya y Euskadi. Y uno se pregunta cómo es posible que después de cuatro años de sufrimientos familiares, austeridad asfixiante, ridículos manifiestos, corrupción a dentelladas por parte de cargos electos, el caso Bárcenas mostrando asientos contables de pagos a miembros del gobierno entre otros, publicación a dos días vista del 26/J de las tropelías del Ministro del Interior conspirando y urdiendo tramas falsas en contra de políticos catalanes y pagadas con fondos públicos y que ayer, martes, la coalición PP, PSOE y Ciudadanos, vetó la presencia del aludido ministro a una comisión parlamentaria  para informar de los hechos. Cómo es posible, decía. Acaso España está enferma? No, es democracia. Como dicen en Europa, es democracia, sí, pero democracia de baja intensidad, democracia a la española, democracia semi manipulable, en donde sus pilares: legislativo, ejecutivo y judicial no son todo lo independientes que cabría esperar de un país avanzado.



Ha privado lo de antes, loco conocido que cuerdo por conocer. Podemos ha asustado a la población por el ofensivo ego de Iglesias y con sus alianzas con los comunistas, Ciudadanos emergió como un suflé pero le han pillado en plena bajada de la masa, es un bluf que se deshinchará con la misma velocidad que apareció. El PSOE de Sánchez corre el peligro de desintegración por sus propios cismas internos y la candidez de su secretario general. Como buen español todavía no está ducho en la política de pactos. Hay por parte de todos un exceso de demagogia populista pero carente de sustancia. Si no se hubiera acobardado el 20/D, ya estaría gobernando con los moderados catalanes, CIU, como ha ocurrido los últimos 30 años. Pero le aterroriza, como a todos, la demanda de un referéndum por parte catalana. O sea, lo que en Europa es un trámite normalizado, aquí se considera un tema tabú, una demanda de apestados. Y si en Catalunya y el País Vasco no dominan los de la gaviota, es porque la cultura democrática está mucho más avanzada y concurren muchos más contendientes a las elecciones. Al revés de España, donde siguen creyendo en el bipartidismo, solo entienden un mundo de PP y PSOE, y así les va.


Precisamente hoy, miércoles, Rajoy ha chocado con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, acerca de la petición de Escocia de mantenerse en la Comunidad, discrepando de la posición del Reino Unido. Juncker opina que Escocia se ha merecido el derecho a ser escuchada. Rajoy reniega de cualquier contacto entre la Comunidad y Escocia. Y saben por qué? Por la misma razón que Extremadura y Andalucía son de color azul. Vergonzante.

dijous, 23 de juny del 2016

CRÓNICAS EN TINTA AZUL. SURCANDO EL MAR TIERRA ADENTRO

Después de comer se hace muy pesado escribir, escribir y casi cualquier cosa. Tomo notas en la libreta del tren, como siempre. La conciencia no me permite olvidarme la libreta y la pluma, siempre viajan conmigo, y ya hace muchos años, es mi cámara fotográfica mental. Hemos comido bajo una pérgola acristalada y abierta a la bahía de San Vicente de la Barquera. Los acompañantes se han retirado ya y me he quedado solo y pasmado ante los misterios de la naturaleza que, por mucho que se esfuerce el hombre nunca la vencerán. Junto a la bocana del puerto las aguas chapotean espumosas, hoy la marea comenzará a bajar a las 15'10 h. Ya hace unos días que rodamos por estos jardines divinos del mar cantábrico, la visión de la panorámica y la conmoción de los sentidos llena con creces nuestras expectativas. Pero también los excesos en la mesa empiezan a dar síntomas de imprudencia temeraria. Comidas demasiado contundentes y un repaso exhaustivo del "muestrario" de pinchos, aconsejan dar marcha atrás y limitarse a la austeridad alimentaria, al menos las próximas 24 horas. Por no hablar de la tendinitis de codo y mano.

Hoy dormiremos aquí, ayer en Comillas y el día antes en Santander. Todo es ya conocido por mí, pero este viaje se ha planificado para entrar con más profundidad a lo que en otro tiempo fue más superficial. Y no me refiero al rioja ni al txacolí. Estos son viejos reencontrados. A mar abierto este recorte del océano atlántico nos evoca la ciudad de Londres, con la proa al norte. Comillas es una bonita población costera, como todas, Gaudí les dejó un recuerdo para la eternidad, el Capricho, un pequeño edificio de corte modernista en época orientalista del genio de Reus. En otros tiempos Comillas fue reconocida como la primera población de la costa en capturas de ballenas. Hoy el imponente edificio de la Universidad Pontificia está en desuso académico. Los días se suceden demasiado deprisa como para saborear y profundizar en las bellezas naturales del entorno, la colección paisajística es inabordable en toda su extensión. Aquí la normalidad se expresa en cotidianas grandiosidades, cada mirada es un cuadro de cielos azules, mar de tinieblas marineras y prados insultantemente verdes.



Enfilamos la autopista, que hace años vi construir, tengo prisa por llegar a buena hora a Gijón, dejamos a nuestra izquierda la mole impresionante de los Picos de Europa, nublados y amenazantes, y poniendo la proa rumbo al corazón de Asturias, no dejo de pensar en una rebanadita de buen pan y bien embadurnada de Cabrales, placer de los dioses. Llegados a Quintas, cerca de Gijón, visitamos una fábrica de pastelería donde tengo lazos familiares. La asepsia del proceso tecnificado y la calidad de las materias primas nos dejan boquiabiertos. Si algún día tienen ocasión, no dejen de probar "la tarta de la abuela" quedarán momificados al probar un carrusel de chocolates diversos en el paladar. Gijón es una bonita ciudad -275.000 habitantes- donde se pueden recrear visitando el casco antiguo, hacerse escanciar un buen vaso de sidra o contemplar el Árbol de la Sidra, construido con botellas recicladas de vidrio, el Elogio del Horizonte, majestuosa obra de Chillida que recuerda el Peine del Viento de San Sebastián, la Playa de San Lorenzo con su largo paseo o las instalaciones de Mareo, del Sporting.

Acabamos el viaje cuatro días después, haciendo noche en Castro Urdiales, Vitoria y Logroño. Viajar no sólo cultiva el alma y la cultura, sino que entendido de una manera desacomplejada y sin líricos fanatismos, pone en evidencia que en todas partes hay cosas para admirar, que guste más o menos un lugar no es más que una apreciación personal de cada uno. Que te equivocas cuando te encierras dentro de la cáscara ciega, y desprecias o tildas de banal todo lo que no sea de tu tierra. Aparte de ser un comportamiento mezquino, es falso. No me quiero poner en primera persona, pero permítanme que les diga que a lo largo de tantos años de viajar en tren, mí tren, por medio mundo, todavía no he encontrado ningún lugar que no me haya enseñado nada.


"No se recuerdan los días, se recuerdan los momentos".

dissabte, 18 de juny del 2016

SUSANITA TIENE UN RATÓN

Susanita Tiene un ratón / un ratón chiquitin / que come chocolate y turrón / y bolitas de anís. En Cataluña estamos acostumbrados a sufrir todo tipo de insultos, burlas, ofensas y desprecios, además de expolios. Susana Díaz es nueva, relativamente nueva en la tribuna pública, en el altar de la política llorona, pero sabe abrirse camino a base de empujones y groserías. Ahora ya no le basta con el ratón que come chocolate y turrón. Ahora quiere la teta entera y a perpetuidad. Nadie le ha dado vela en este entierro, no hay ningún político catalán que le dedique treinta segundos de micrófono, ni diario que le otorgue 10 gramos de tinta. Pero ella sí, ella se quiere vender como gran tótem de la cosa andaluza, del "gracejo y la cañilla", la más simpática del mundo simpático. Y cómo lo hace? Fácil, despotricando de Cataluña cada día para que le dé réditos, le rían las gracias y le regalen votos a costa de los insolidarios catalanes. Tenemos que seguir aguantando las insolencias de gente sin escrúpulos ni vergüenza?

Dice Susanita que ni quiere ni le gusta que hablemos de la nueva Agencia Tributaria Catalana, pero ... alguien le ha pedido su parecer? Cataluña es la segunda comunidad en aportación de ingresos tributarios, y baja a la décima posición tras el reparto per cápita. Andalucía ocupa el lugar 13 en aportación y remonta al 12 después de la nivelación. Y si hablamos de Extremadura, pasa del 14 al tercer lugar después de la redistribución. Casi lo mismo que Cataluña antes de ser solidaria. La Sra. Díaz lleva todos los días de campaña por pueblos y ciudades vociferando que Cataluña dispone de privilegios, privilegios? Si considera un privilegio que los catalanes vayan con la lengua fuera para alimentar a terceros, le cedo gustoso esta facultad. Ahora bien, hay que entender que primero hay que trabajar duro y resignarse a ser expoliado año tras año. No sé si este matiz puede ser de su agrado, sólo es cuestión de probarlo.


El presidente Puigdemont ha dicho algo adecuado para el caso: si no pueden sacar las grapas de Cataluña, que no se lamenten si dos millones de catalanes, de momento, se quieren dar de baja de su Estado. Por tanto, de acuerdo en que Susanita y el ratón coman turrón y bolitas de anís, pero de nosotros cornudos y pagar la ronda mire, pues no, ya basta de hacer el imbécil y ser vituperado.

dijous, 16 de juny del 2016

CRÓNICAS EN TINTA AZUL. LA BELLA EASO Y OTRAS MARAVILLAS.

Entramos en San Sebastián por Amara, a pesar de sus limitadas proporciones, Donostia es una ciudad de corte francés y aburguesada que no solo cautiva a simple vista, es de una belleza inconfundible y me une a ella una larga tradición de admiración y respeto. La Bella Easo es un compendio de tradición y modernidad, rodeada de paisajes entresacados de los mejores lienzos, y en otro tiempo llamada Pequeña Paris o Paris del Sur. A principios del siglo XX la ciudad vive su Belle Époque convirtiéndose en la ciudad más cosmopolita de Europa, dándose cita en su famoso Casino personajes de la talla de Mata Hari, León Trotsky, Maurice Rabel o Romanones, por nombrar solo algunos. El dictador Franco veraneó durante 35 años en el palacio de Ayete de esa ciudad.

Por alguna u otra fatalidad jamás tuve oportunidad de acercarme a la cúspide del Monte Igueldo, razón por la cual ha sido lo primero que he hecho en esta ocasión. Después de una visita fallida al Peine del Viento por obras, emprendimos la ascensión al Monte mediante el funicular. Un remodelado parque infantil junto a generosas y estratégicas terrazas proporcionan al visitante una visión del espectáculo donostiarra que nos acerca a la sublimación de la belleza: la bahía de la Concha, la playa de Zurriola y la isla de Santa Clara en el centro de la bahía. El enclave guipuzcoano encercado por verdes y frondosos tapices forestales es un destino para no perderse o, quizás, para perderse en él y no buscar la salida. El largo paseo marítimo de la Concha condensa los elementos arquitectónicos y ornamentales característicos de San Sebastián, las grandes farolas, la Barandilla, los relojes, el balneario de La Perla y la Real Casa de Baños, terminando en la playa de Ondarreta con el famoso Peine de Chillida. La Parte Vieja junto al pequeño puerto pesquero reúne una considerable concentración de tascas, restaurantes y tabernas por metro cuadrado. Si Miguel Ángel cinceló la piedra y el mármol con insuperable maestría, los vascos esculpen con mano diestra los elementos culinarios hasta convertirlos en coloridos y sabrosos “pinchos” que, más que alimentos, se asemejan a bellas diapositivas. Decir País Vasco también es una referencia obligada al "tapeo".


He detectado menor consumo de txacolí, parece que domina mucho más el tinto, casi todo de Rioja. Matiz que puede extenderse a todo el norte. Excepto el vino blanco, que en Cantabria i Asturias se consume el Albariño gallego. Excelente, por cierto. Es posible que el territorio vasco sea el campeón indiscutible en el levantamiento del codo, además de los aizkolaris y sus cortes de tronco con hacha. Pero el consumo de vino es un común denominador de toda la España septentrional, con mayor repercusión  en la cornisa cantábrica. Se dejaron oír algunas bromas al relacionar la posición de la mano en forma de cazoleta, para atenazar la copa de vino, causando afectación general de tendinitis de mano.

Partimos con regusto a añoranza y un cierto disgusto de dejar atrás esta soberbia y elegante ciudad. Los verdes prados, los edificios, los caseríos, los acantilados, el costumbrismo, la gastronomía, y el talante abierto y hospitalario de sus habitantes, hacen mella en nuestra sensibilidad y nos dejan abierta en el alma una ventanita para soñar con repetir. Euskal Herria agur, laster arte.


Proseguimos nuestro particular rutero hasta los 800 km, ladeamos Bilbo y enfilamos destino hacia Santander. Dejamos Santurce, Castro Urdiales, Laredo, y marcamos en rojo la capital de Cantabria. Nos esperan los quesos de Cabrales, las anchoas y el imperio Botín a cuatro pasos del Sardinero. El sol nos acompaña y el reflejo del cantábrico nos induce a calmar la tendinitis de mano. Agur, laster arte!

dissabte, 11 de juny del 2016

CRÓNICAS EN TINTA AZUL. EMPEZAMOS EN PAMPLONA

El domingo pasado tomé una determinación: hacía mucho tiempo que no daba un vistazo al norte de las Españas. Era evidente que necesitaba comprobar in situ como los nuevos acontecimientos políticos y sociales podían afectar una buena porción de tierra de la que, sin duda alguna, todavía nos puede enseñar muchas cosas. Dicho y hecho, cuatro gestiones por internet, mi salvación, y ya tenía reservadas las tres primeras noches del deseado periplo: Pamplona y Hondarribia. Sin ocultar el gusto por volver a confirmar unos paisajes que deslumbran los sentidos. No podemos ser más papistas que el Papa, los paisajes del norte son indiscutiblemente de lo mejor que hay por estos lares.

Pamplona, ​​otrora tan frecuentada y visitada por un servidor, no sólo es la de siempre, sino que ha renacido de sus propias esencias y hoy se presenta como una ciudad diseñada con sensatez y disciplina urbana. No hay calle ni avenida que no esté poblada de árboles de todas las especies imaginadas y den una sensación de abrigo y frescura al caminante. La acertada planificación de años atrás hoy presenta sus imponentes credenciales. Es un placer pasear por la ciudad y verse rodeado de verde agresivo, sin obviar la cantidad de parques naturales que salpican la ciudad por todas partes. El norte de Navarra sigue siendo vasco, al igual que el sur permanece con las esencias españolistas.

Esta mañana al atravesar los Monegros me ha venido a la cabeza lo que siempre pensaba antes, que en estas áridas tierras incluso las lagartijas viajan con cantimplora. No me he resistido a ir a la cafetería Iruña, buque insignia de la Plaza del Castillo, única plaza donde se circulaba a la inversa, por la izquierda. El Café Iruña es una referencia e historia viva de la capital de Navarra desde 1888. Las luces de techo de época, las columnas de hierro forjado y los grandes espejos de pared, siguen siendo testigos mudos de los grandes eventos de la ciudad o de la asidua presencia de lujosos escritores como Ernest Hemingway, por ejemplo. Ellos y sus célebres borracheras. De la peregrinación por las tascas de la calle Estafeta y confluentes, no es necesario profundizar. Lo de siempre, buenos caldos en copa de cristal y Pinchos sorprendentes. Se acerca San Fermín y todo debe estar listo para las corredizas y las blancas cogorzas  sin freno.



Por la mañana, con las pilas bien cargadas, enfilamos hacia Lecumberri ascendiendo el puerto de Azpirotz, paso obligado para entrar en el País Vasco. De este punto los vascos lo llaman "la muga", frontera. El lugar justo que separa España de su territorio. Antes de aterrizar en  Donostia subiremos y bajaremos grandes desniveles de las montañas vascas en un batiburrillo de autopistas y autovías que se van sucediendo en todas direcciones. No entramos en la Bella Easo, hoy nuestro destino es Hondarribia. Una vez instalado en esta paradisiaca bahía, desenfundo mis utensilios de trabajo para seguir de cerca la belleza de este lugar. Las profundas raíces vasquistas afloran en cada rincón. Su castellano casi perfecto y decidido, da la impresión de que no es para tanto, que no había para tanto aquelarre de sangre. Instintivamente piensas en los cientos de muertos de una lucha encarnizada para defender un antagonismo evidente pero que, inexplicablemente, ha quedado en nada. O eso es lo que parece. Y esto bajo mí mirada enemiga de la violencia, pero firme en las convicciones. Euskadi, en todos los sentidos imaginables, no tiene nada que ver con España.


Hondarribia es una más de las muchas poblaciones vascas que te deja pensativo cuando intentas definir la belleza natural. Su inmensa bahía agota las exclamaciones de sorpresa. Aquí se mezclan en un mágico encuentro dos fuerzas de la naturaleza: El Bidasoa, que baja buscando el mar desde Errazu, Navarra, y el mar que penetra dominante y altivo. Los pescadores de Hondarribia conocen muy bien los repiques de campana de la iglesia de Santa María de la Asunción y del Manzano, o mejor dicho, las mujeres de los marineros balbuceando rezos con el toque de naufragio. Seguiremos recorriendo y recortando la costa del norte, hasta pronto.

dimecres, 1 de juny del 2016

CRÓNICA EN TINTA AZUL. VIENTO IMPUNE

No soy amigo del viento, me perturba, pone en valor su divina impunidad activando en rebeldía todas nuestras neuronas. Por el momento su presencia es asidua, no cesa ni da tregua la mayoría de tardes. Tras el ventanal observo como el mar se cubre de infinitas manchas blancas que permanecen en la superficie balanceándose sobre unas aguas removidas  hasta el fondo. Hay mar de fondo. En un acotado espacio, como a unos cincuenta metros de la línea de costa, aparecen una multitud de surfistas entrecruzándose, sorteándose y dejando una blanca estela en las salpicadas aguas. Unos batiéndose el cobre sobre una tabla y diminuta vela, y otros pendientes de una gran cometa que dominan con elegancia y bellas estampas. Reconozco que su coloreada presencia es un bello espectáculo, pericia solo reservada para iniciados.

El domingo asistí a una representación, con cordial compañía, en el coliseo de La Rambla, en Barcelona. Es la primera vez en mi vida que acudo a las cinco de la tarde al Liceu, dónde los silencios se tornan sueños y la música se convierte en la palabra del alma sensible. No era de mis preferidas, pero después de casi tres horas de oír el sufrimiento de un amor eterno e imposible, por boca de Romeo y Julieta, uno ve reforzados y enaltecidos sus más íntimos sentimientos. Un cálido beso a Julieta en su alter ego, la soprano Patrizia Ciofi, por su impactante recital de coloraturas líricas con rango de excelencia. Y mención de agradecimiento para el maestro musical, Riccardo Frizza, conductor de la sinfónica de la casa, con sutil naturalidad y controlando los tempos. Espléndido espectáculo, solo enturbiado a la salida del santuario por las corredizas, sirenas y presencia policial para sofocar y calmar a los de siempre.


Hoy si he podido acceder a la terraza del náutico, desbordante visión del mar en primera fila, sol radiante, nubes a la vista y jarra de cerveza muy fría con anchoas de La Escala. El periódico encima de una silla, la pluma y la libreta atentas a mis anotaciones. Se aprecia más gente pululando por las calles, pero sigo observando exiguos negocios en las tiendas y demasiadas mesas vacías en los restaurantes. En una cercana mesa se habla con evidente furor de la Sra. Colau y los okupas. La conversación sube de tono cuando alguien sostiene que la cupera  Reguant ha manifestado que las segundas residencias también son “Okupables”. Me abstengo de reproducir sus exabruptos por la cuestión. La Sra. Colau, con mil argucias confusas y dilatorias, parece que se inclina a favor de los okupas y pone en duda la actuación de la policía, de los mossos. Muy al contrario de un servidor, que no entiende como profesionales que trabajan para la comunidad, con evidentes riesgos, tienen que soportar las ofensas y perogrulladas de unos marginados. Auto marginados. Y ya que hablamos de viento al principio, no hay viento favorable para quien no sabe adónde va.

Cada día aparecen contratiempos que vetan mis paseos en bicicleta. Cuando no son verdes, son maduras, Por qué no hay mar plana, por qué han de surgir siempre gestiones inesperadas que dan al traste con tus perspectivas? Teniendo en cuenta que mis labores tendrían que asemejarse a las de un monje de clausura: meditación, reflexión, observación, conversación y conclusión, si la hay. Tengo una muela que ya hace quince días no cesa en tocarme aquello que medio suena. Es irritante, cabreante, sofocante, desesperante y doloroso, claro. El caso es que dentro de cuatro días me esperan 2400 km. y quince días por tierras norteñas,  y no lo digo como objeción, sino por la puñetera muela, que puede amargarme los vinos o los pinchos.


En fin, levo anclas ya, las anchoas han desaparecido y me levanto raudo, antes de que los malos pensamientos me inciten a endilgarme otra jarra de cerveza. Hasta la vista.