dijous, 28 de juliol del 2016

CRONICAS EN TINTA AZUL. PERAS, BOGAVANTE Y MUERTOS

El calor empieza a ganar la partida, hasta hace dos semanas todavía contemporizábamos  con la bonanza de las temperaturas, pero ahora ya sí, julio revienta y el astro reparte tortazos recalentados a troche y moche. Es el tiempo, ya se sabe, a pesar de que el tiempo y un servidor siempre hemos mantenido fuertes discrepancias. Dando cuenta de un Martini seco, sin ginebra, hojeo el periódico bajo la protectora sombra del edificio de la Cofradía de Pescadores. No hay barcos, son mar adentro haciendo lo que yo no hago; trabajar. Me detengo en una discreta noticia del Ayuntamiento de Madrid en que mediante una propuesta de la dirección general de Deportes a los distritos, pretende instaurar el "día sin bañador" o el día de "bañador opcional" en las piscinas municipales. No se puede negar que la iniciativa sorprende un poco. Y digo un poco porque ya estamos saturados de despropósitos y sandeces de todo tipo. Incluso el distrito de Vallecas, que no es el de Salamanca, ha declinado la sugerencia. "Se trata de normalizar la desnudez en piscinas, sin molestar a nadie". Gran argumento, pero y si estoy tumbado en el césped y junto a mí tengo un tipo con las glándulas a dos palmos de mi diario? O una bonita doncella que extiende su floreada toalla a mis pies  y con dos peras como dos buenas ideas, podré seguir leyendo los disparates de la Sra. Colau? Es preciso normalizar la desnudez? Coño es que cada vez me siento más oxidado, luego dicen que me paso el día gruñendo. Menos mal que al marchar he consumado buenos tratos y he salido con dos buenas lubinas y un kg de cigalas.

El miércoles a las nueve de la mañana el mar estaba como si le hubieran pasado la pulidora, plano, quieto y a la vez inquietante y misterioso. Una delicia. Era el “día del pescado” con Pere, como cada año. Fue puntual y en un santiamén zarpábamos con su mini barco, en cinco minutos se perdió de vista la bocana del puerto. Pocas embarcaciones, el sol todavía misericordioso y ninguna moto náutica apagando fuegos. Con la proa al sur la navegación resultaba de una belleza y tranquilidad exultante. Desde los pequeños altavoces desfilaban los clásicos de la música francesa que tanto gustan al patrón, y a mí también. Años atrás le dije que pusiera mi música operística y me lanzó un puñado de sardinas a la cara. Nada como tener las cosas claras. Decía Pla que el pescado, sin lugar a dudas, la mejor manera de cocinarlo es a la brasa. Ni salsas, ni romescos ni paridas de principiantes huérfanos de talento. Pez pescado a bordo, consuelo mientras reza el responso y leña al fuego.



Pasábamos el rato charlando de pequeñas cosas, como las travesuras de la adolescencia, la música que nos gusta, los colores del fondo marino irisados ​​por puñales de sol, y también de mujeres. Pere es un hombre cabal que a día de hoy su máximo interés son las mujeres, es un gran estudioso del tema y lo domina. Enviudó hace años y ahora estudia. Al llegar al puerto inició las maniobras para atracar en el muelle de transeúntes, cuerdas, amarre, defensas laterales, manguera de agua dulce sobre cubierta y al náutico a pagar los derechos de estancia. Durante el trayecto habíamos compaginado la placentera conversación con el levantamiento de codo, más que nada para aclararnos la garganta. No hicimos excesos, si bien ambos coincidíamos en que se nos estaba despertando la necesidad de sentarnos en una buena mesa y empezar la santa liturgia de invocar al Dios Neptuno para que nos abriera las puertas del océano. Qué empiece el festín de la cáscara y la carne blanca! decía Pedro. Y como todo gran evento, comenzaron a tintinear las copas.


Mientras me peleaba con un acorazado bogavante a la brasa, Pere me quiso hablar de la Sra. Colau, y tuve que ser muy expeditivo: mira Pere, esta señora ni mencionarla, puede acabar poniendo un cuenta langostas o cigalas en el puerto, y tú y yo ya nos podemos jubilar de este mundo. Si te parece bien podemos colaborar desinteresadamente para que instale un  cuenta cagadas en su despacho. No hagamos esperar los langostinos, por favor.

dijous, 21 de juliol del 2016

CRÓNICAS EN TINTA AZUL. LABIOS ROTOS

Procuro adelantarme al recorrido del sol para que no me sorprenda en la calle. Aproximadamente desde las once de la mañana hasta las seis de la tarde es peligroso querer enfrentarse al astro rey. Te jode vivo. Madrugo y salgo con la bicicleta o ando un buen recorrido, la brisa del mar te acompaña y protege de los malos espíritus. Hoy pedaleaba tranquilamente y sin prisa por el circuito playero de bicicletas, patinadores, patinetes, patinetes eléctricos y demás jungla sobre ruedas. No me salgo jamás de los límites del pequeño circuito, al revés de los peatones que no paran de invadirlo y con aires de prepotencia. Hoy he visto a unos veinte metros una familia charlando tan ricamente en medio del carril, he procedido a avisar mi presencia mediante el toque del timbre. Me han mirado y han seguido a lo suyo. Al llegar a su altura me he detenido, han recogido sus trastos playeros, me han fundido con la mirada y al arrancar se ha oído “párate idiota”. Cuál ha sido mi reacción? Ninguna, claro, en una mañana se puede repetir hasta diez veces el episodio. Ello no exime que después sentado en la montura te acuerdes de su dinastía. No hay cultura animalista ni bicicletera, o mejor aún, no hay cultura. Demasiado borrego agresivo. Abundan demasiado a estas alturas los que la palabra diálogo o contraste de pareceres lo confunden con gruñido y puñetazo.

Tampoco he ido al náutico hoy, rebosa de guapura, he buscado refugio en una pequeña rambla con dos laterales rodados. Silencio atronador, magnánima sombra bajo un gigantesco platanero de largas y pobladas ramas y una mesita a la justa medida de las gafas de sol, el paquete de tabaco, un cenicero, la cartera y el periódico. Este es un clásico del lugar; desayunos de tenedor y estilete, arbequinas aliñadas y porrón superviviente de mil batallas. Ya no practico la elitista liturgia mañanera del bacalao frito con ajos y nevado con pimentón, las sardinas pescadas de madrugada, los dados de sepia al all i oli, o los siempre suspirados pulpitos a la cazuela. El tiempo siempre se te avanza, de manera que excepto un café con leche y una magdalena, cualquier bocadito me va bien. El lunes se celebró en la catedral de Valencia una misa en recuerdo del caudillo Franco por ser 18 de julio. No sé qué pensar ya, igual puede ser humo de paja mojada o deseos añorados más fuertes que una roca. Ya saben, España no solo es diferente, sino que es un carrusel de sorpresas, siempre contradictorias.




Me he regalado un estimulante paseo hasta el faro del puerto, las vistas son impagables y la perspectiva del pueblo visto desde el mar es una novedad que te sorprende. Durante el espacio en que he ido dando cuenta de un purito, la bocana registra un tránsito inusitado de embarcaciones de todo tipo, entrantes y salientes, visitantes a repostar combustible o los sempiternos pijos rayando el mar con sus osadas piruetas a lomos de temibles motos náuticas. Me han sugerido aquella bella expresión que dice  tenía los labios rotos de amar, y otros que se parten la cara haciendo el indio. Por mucho que te empeñes no le vas a dar forma al agua. Me he detenido un instante sin delatar mi presencia, una señora mayor de finos rasgos y dulces gestos, sentada en la proa de la bocana a mar abierto y retando al sol, parecía conversar con cálidos gestos y brillo en sus ojos con un perrito gracioso y juguetón. He pensado que quizá no tendría otro contertulio más leal y sincero, acercaba su pequeño hocico a su mano castigada por los otoños y sus afilados dedos le ofrecían galletas que eran arrebatadas con pueril delicadeza. Quizá un día también se rompió los labios amando, quien lo sabe. El viento batía sus cenizos cabellos turbando su cálida mirada, absorto en la estampa me preguntaba si la vida habría tratado con desvelo a aquella mujer o si por todo bagaje ya no le quedaba más que su amigo de las galletas.

dimarts, 19 de juliol del 2016

CRÍMENES Y CRIMINALES DE GUERRA

No sé si los ingleses se han equivocado optando por el Brexit. Gran Bretaña no es España y las repercusiones de su opción son de una importancia capital para medio mundo y quizás también para la otra mitad. A primera vista da la impresión de que se trate de un error monumental. Pero una vez digerido y estudiado con serenidad, se intuye que es una nación con una autoestima muy elevada e incluso con un sentido súper arraigado de independencia, de ir solos, sin ataduras, hecho contrastado al haber sido capaces de hacer enarbolar su estandarte por los cinco continentes. Cuando España batirá el record occidental de anomalía democrática y de incapacidad manifiesta de sus mediocres políticos, desconocedores de los pactos de Estado y animados penosamente en guerras cainitas que avalan su historia, Londres ha tardado 24 horas en hacer un cambio de gobierno, tras de la renuncia de Cameron. Aquí podemos estar un año sin gobierno, sólo enchufados a la actualidad para conocer el último caso de corrupción, corrupción que tiene premio y se saluda con el voto. Actualmente, pese a quien pese, España es una anomalía en todos los sentidos, incluso los hay que piden el procesamiento de todos los jefes de partido por mantener el Estado en situación de abandono o en funciones que es lo mismo. Y lo más curioso de todo este penoso escenario es que la economía del día a día no se ha resentido, de momento. Podríamos creer que la sociedad civil, sin la pandilla de ineptos que nos gobiernan, han gobernado y nos gobernarán, es más apta que los que se dedican a la cosa pública? Intuyo que en el caso de España, sin lugar a dudas.



Tony Blair, impulsado por diferentes grupos de opinión y de presión, se ha presentado en público para reconocer que la invasión de Irak fue fallida y sin confirmarse la presencia de armas de destrucción masiva. Con la boca pequeña ha pedido perdón, pero lo ha hecho. Y todo el mundo sabe que el terrorismo islamista actual nació precisamente de aquella esperpéntica decisión. En todo caso la presencia del ex premier inglés ante las cámaras no tiene otro objetivo que el de justificarse y evadirse de una más que posible demanda por crímenes contra la humanidad. Otro entusiasta valedor fue el tío Sam en la figura de George Bush, un digno representante de los Simpsons, botella en mano y cabalgando por los saloon de Texas. Pero quien completaba este tortuoso triunvirato que tan daño ha hecho a la humanidad? Pues ni más ni menos que el arrogante Jose Mª Aznar López "estadista circense, con una alocución nasal que provocaba más risas que Harpo. Señorito mesetario", en acerada y fiel descripción del gran Gregorio Morán. Aznar, que junto al inglés y el norteamericano era como la mosca cojonera, atrevido, malcarado y despótico, con la cómica pretensión de debatir con sus colegas la operación militar más importante desde la segunda Guerra Mundial con falsas predicciones, hablando un inglés con Frankfurt en la boca y con los pies sobre la mesa del rancho del tío Sam puro en ristre. Patético. Que no se mira en el espejo este hombre? Qué le iba a este personaje en la confrontación de las dos grandes potencias mundiales con Irak, qué entendía de estrategia internacional, movimiento de tropas y posibles repercusiones planetarias por la cruenta herida en el corazón del Islam? Si todos sus conocimientos de estrategia militar consistían en haber ordenado la invasión de la isla de Perejil hoy hace 14 años. Podríamos decir que es inaceptable, pero ni siquiera eso, dejémoslo en que no es serio, no es serio que el destino de las personas esté en manos de payasos y prestidigitadores, funambulismos de cuerda deshilachada. Pedirá disculpas a la sociedad, reconocerá su buñuelo? Alguien le acusará de criminal de guerra? Desestimen la esperanza. Aquí estas cosas no se perdonan, se votan.

divendres, 15 de juliol del 2016

CRÓNICAS EN TINTA AZUL. NAVEGANDO A TODA MÁQUINA

Más o menos todo sigue igual por aquí. Eso sí, hay más gente, la playa por la mañana y las calles por la tarde se llenan de almas que no quieren perderse ni un momento de sus ansiadas vacaciones. Y los fines de semana la cosa adquiere proporciones escandalosas, la masificación es la tónica general, y los atuendos que llevan me recuerdan mucho lo de "tres tiros una pela". También se detecta, y mucho, la liberación de la mujer, no están de historias ni discursos paternalistas y oxidados, enseñan la piel en generosas proporciones y más de un pecho amenaza con salirse del nido. Y eso está bien, demasiados años de decencia clerical y prejuicios infundados. Los eternos pijos de plástico y dentadura “profiden”, que la crisis escondió en sus cuarteles de invierno, vuelven a navegar por las azules y tranquilas aguas de la bahía. Todo aparenta normalidad absoluta, si no fuera porque ya damos por supuesto que hay legiones de gente que tienen prohibido cualquier dispendio por graves tensiones de cartera. Sabe mal y lo lamento.

Ya han pasado unas tres semanas del viaje al norte. Esta vez he vuelto con añoranza, con cosquilleo y mariposas en el estómago. Todos aquellos parajes no son fáciles de olvidar. Incluso esta semana, a la hora del aperitivo me pido una copa de Albariño bien frío. Y al cabo de un rato otro de txacolí acompañada de unos deliciosos calamarcitos, amorosamente rebozados y calientes. La terraza del náutico ya está llena a rebosar, ya puedes gozar de la cantidad de tonterías y extravagancias que se dicen bajo ridículos sombreros y tras las gafas fashion. Creo que el uniforme veraniego de playa incluye una manera de hablar muy snob, muy in, con las vocales despeinadas y la gesticulación con tics engolados. Estas escenas abundan demasiado, son muy cargantes, será que yo no soy in? Si, de acuerdo, digo muchas palabrotas, pero quien no dice? Desde la terraza ojeo el aparcamiento para cerciorarme que los Mercedes y los descapotables siguen protegiendo mi querida bicicleta. Está decidido, a partir de mañana se acabaron los Albariños, la temperatura ha cambiado sustancialmente y pide a gritos una buena cerveza, medio fría medio helada, de las que cuando engulles el primer trago quedas medio anestesiado, dubitativo, pensando lo que tardarás en pedir la segunda. En jarra, claro.


Pocos días de mi vida me he acostado sin leer el periódico y hacer el crucigrama. Ha cambiado mucho la lectura de los diarios, sobre todo en verano que van llenos de nimiedades y un buen puñado de mentiras, sobre todo provenientes de la farsa política. Sin contar los editados en la capital de la madre patria: confabuladores, exterminadores, intoxicadores y calumniadores. Se están erigiendo con meritorio esfuerzo como los líderes de la negación del periodismo. Un gesto mal calculado me ha hecho tirar por tierra unos calamarcitos, lástima, no me los puedo zampar. Y también un poco de aceite ha ensuciado la página donde se comenta la tensión del gobierno de Aragón para recuperar los bienes de Sigena en Lleida, cuando ahora resulta que hay esparcidos por muchos lugares de España y no se les ha ocurrido reclamarlos. El sol empieza a invadir mi preciada sombra, tendré que ir desmontando la oficina de playa. Se ve que el Ministerio del Interior no aceptará registrar el nuevo nombre de CDC porque la palabra "democrático" ya está registrada. Dadas las penosas circunstancias, yo les aconsejaría que lo bautizaran como POC, que querría decir Partit Olla de Cols. El Sr. Rivera, jefe de Ciudadanos, en su interés y afán para constituir gobierno en España, y de paso chupar poder, se ha desdicho tantas veces de lo dicho que se está haciendo acreedor del premio Camaleón del Escaño. Ahora que el Sr. Cameron ha montado un guirigay con el dichoso Brexit, la Cámara de Westminster hierve en gritos y abucheos, pero a la manera inglesa. Cuando veo Cameron desenvolverse en la Cámara o Bruselas con aquel talante tan determinante -que diría Bambi- se me representan los políticos españoles y de verdad que es escalofriante. Se imaginan al ex premier inglés servir los cafés en las reuniones y cumbres europeas? Pues los de aquí son consumados camareros de lujo. Ufff, la bici está ardiendo!!


dijous, 7 de juliol del 2016

CRÓNICAS EN TINTA AZUL. PARALELISMOS DE LA LEYENDA DE ROBIN HOOD.


Confirmado, las semejanzas existen. Les propongo un juego de mutación cerebral que no conlleva riesgos, aunque sí un esfuerzo suplementario: Imaginen que España amanece un día siendo Inglaterra! Ya sé, ya sé que no es fácil y que la cuestión podría inducir a la muerte por colapso de supra risotada o, excepcionalmente, al suicidio inducido por rebeldía de credibilidad. No se apuren, pruébenlo sin temor. Conocen las hazañas de Robin Hood? Sí, claro, todo el mundo sabe de las andanzas del mejor arquero de aquellos tiempos, siglo XIII. Al parecer, más que un personaje de carne y hueso, se trata de una leyenda basada en distintos leguleyos y diferentes épocas.

Robin Hood, apodado el Príncipe de los Ladrones, en éste caso sería Mariano Rajoy, denominado Marianico el Registrador, si bien lo de príncipe de los ladrones también es título que podría ostentar sin menoscabo alguno. Robín ya avanzada su gesta fue indultado por el rey Ricardo Corazón de León, aunque otros autores lo centran en Eduardo II. A Mariano todavía no lo han indultado, por tanto ignoro que rey se ocupará de esa condonación. El príncipe de los ladrones se ocultaba en los bosques de Sherwood y Barnsdale, preferentemente en el primero, atendido y ayudado por una pandilla de maleantes y forajidos entre los que sobresalía el Hermano Miguel, frailón que tradujo su nombre por el Pequeño Juan, ducho en los fogones y los garrotazos.



El ámbito del Registrador es algo más restringido en el espacio y en acólitos. Al no tener un bosque frondoso en las cercanías de Nottingham, se apaña con el llamado Complejo de la Moncloa, y no tiene frailón pero tuvo a Rouco Varela, del que se le desconocen dotes para los guisos pero sí una indomable tendencia a repartir hostias sibilinamente. Cuando Robín se camuflaba en lo alto de la copa de un árbol, desenfundaba su laúd mugriento y cantaba bellas estrofas a su amada lady Marian. Marianico no canta bellas estrofas, me imagino que ni canta, y de colgarse en un árbol, mucho menos, pero no es menos cierto que no se saca de encima a la dama castellana Dolores de Cospedal, que no es lady, pero sí García de segundo apellido. Hembra de mantilla y peineta sin bosque conocido.

El inglés se desplazaba a caballo por los mil vericuetos de Sherwood y el gallego intentó elevarse en helicóptero pero el vuelo resulto fallido, con lo que no me extrañaría nada verle cualquier día montando una jaca jerezana por los riscos de a Costa da Morte. El príncipe de los ladrones y su mugrienta tropa se ocultaban en el bosque, transitado por mercaderes, comerciantes, nobles y obispos, que eran sistemáticamente asaltados, desvalijados y desposeídos de sus bienes para posteriormente repartirlo entre los más desfavorecidos. Aquí el Registrador carece de bosque, de arco, y de flechas. Ni falta que le hacen, pero dispone de un utensilio llamado Montoro que ríete tú del fraile cocinero. Montoro no monta caballo, pero no deja títere con cabeza, capaz de esquilmar donde no hay, un icono del Complejo de la Moncloa. Se vale de fieles escuderos que, a falta de carreta y asnos, se desplazan con Mercedes automático. Destacan Gurtel, el Bigotes, Rita, Bárcenas el repartidor de sobres, etc. Su brazo derecho es la escalofriante sombra de lady  Santamaría, que algo de Sancho Panza, tiene. Un micro matiz diferencia el tratamiento dado a los recursos obtenidos. Robín lo entregaba a los pobres, aquí los pobres lo dan a cuatro ricos. No son más que singularidades propias de cada uno. Robin Hood, terminó sus días preso en una mazmorra de un convento, lanzó una flecha por un ventanal y fue enterrado en aquel preciso lugar donde se clavó la flecha, cerca de Nottingham. Aquí no hay flechas ni moribundos.

Hay quien dice que la historia se repite, yo soy de los que creo que no. Pero sí es cierto que a veces se producen concreciones, repeticiones de otros hechos por muy distantes que puedan parecer en el tiempo. Y aunque en ambos casos pueda tratarse de leyendas o supuestos, observamos circunstancias que se parecen mucho a la realidad. El juego ha terminado.