dijous, 31 de desembre del 2015

MESA CON ENTRAÑABLES PROPÓSITOS

A medida que van pasando los días, durante estas largas fiestas, los vamos contando por sobremesas, me refiero a mesas donde se engulle todo lo que se nos pone por delante, sea para comer o para cenar. Dudo que la costumbre provenga del cristianismo, más bien lo asocio al canibalismo. Comemos y bebemos como náufragos recién repescados, como rescatados del infierno y las penurias. Las comidas son largas, contundentes, variadas, grasientas y opulentas. Seguramente son proporcionales los momentos que nos alargan nuestras pasiones en disfrutar las viandas con el tiempo que se nos acorta la vida por los excesos. Pero ya se sabe, somos humanos y la humanidad es lo más equino que hay en el mundo animal.

Has probado este vino? No, no lo conozco, pero por la añada ya veo qué será excelente. Pronto comienzan las sutilezas, delicatesen y actitudes respetuosas que, a medida que el tiempo vaya transcurriendo, irá calentando el ambiente, y el dios Baco abrirá sus entretelas para hacer notar su presencia. El vermut, vino blanco, vino tinto, el cava, la mistela o moscatel de los postres, la copa, el chupito, en fin, que cuando comienza la tanda de los gintonics de media tarde, incluso los más refinados de piel ya evidencian un laberinto cerebral de tres pares de huevos. Los charlatanes que no callan ni con amenazas, la dueña de la casa encerrada en la cocina bajo una montaña de platos, bandejas, cubiertos y ollas, implorando que no vuelva otra Navidad, los niños jugando la final en el recibidor con la maldita pelota, el novio de la cuñada desgranando lo mal que le pagan en el trabajo y resulta que no tiene trabajo, la abuela en un rinconcito adormecida con la cabeza baja y un chupito aferrado a la mano y el perro bostezando sobre la cama de la abuela. Escenas de Navidad que se repiten año tras año. Eso sin mencionar al dueño de la casa que a media tarde, con los ojos extraviados, y la ayuda de su hermano soltero, el tío, se empeñan en poner canciones de Luis Mariano y Jorge Negrete con el volumen por las nubes y los exabruptos provenientes de la cocina a puerta cerrada.

Hay muchas personas que por legítimas y distintas razones no les gustan estas fiestas. Pero no sé muy bien por qué, yo creo que a la mayoría sí que les gustan. Se ha extendido y proliferado la costumbre de hacerse regalos, cuando antes eran propiedad privada de los reyes magos de oriente. Ahora, al menos los adultos, se intercambian obsequios donde el rasgo destacado no es el precio o valor que puedan tener, sino el acierto y el gusto en escogerlo. Se trata de ser imaginativo como para halagar a la persona regalada, saber tocar la fibra sin romperse el bolsillo. Y tengo que reconocer que hay personas con mucho gusto para estas cuestiones. Yo no, negado. De todos modos, como que la mente humana es indescifrable, también abunda el caso en que haciendo un regalo que tú crees sorprendente y de muy buen gusto, el receptor o receptora se deshace con afectaciones, alguna lagrimita y dos besos pero cuando se da media vuelta le susurra a su pareja al oído, vaya mierda de regalo. Si, es un día en que la expresión "vaya mierda de regalo" se convierte en top trending news. Pero aunque lo oigas no te puedes enfadar de ninguna manera, porque a causa de la ley compensatoria, también has considerado una verdadera mierda el regalo que te han hecho. Y ya se sabe,  todos felices.


En la vida todo son tópicos y hábitos, caminamos siempre por el puente de las repeticiones, todo es sabido y todo es ignorado. Ahora viene la odiosa cena de fin de año y se repetirán los tópicos: Nena, pero dónde vas enseñando las tetas con este vestido? Es que se me ha encogido. Y tú dónde vas con la bragueta abierta? Joder niña, llevo 25 cenas de fin de año diciendo que lo arregles. Pobre, ya ni se da cuenta de que no es la cremallera, sino la cerveza que achucha por dentro. Levanto la última copa para desearles un muy feliz año nuevo!!

dimecres, 23 de desembre del 2015

OLETUUU!! (CUENTECITO NAVIDEÑO)

Érase una vez un pueblecito  llamado Oletuuu. Buena y paciente gente eran sus moradores, tan paciente que no daban un palo al agua ni por tropiezo. Provenían de lejos, sus raíces estaban extendidas de norte a sur sin pasar por alto el centro. Tenaces y afanosos empleaban el día solo en actividades de carácter artesanal, tanto es así que la mitad del censo padecía de tendinitis aguda en manos, brazos y codos. Aun no siendo expertos en el arte de  cincelar la piedra o irisar lienzos, destacaban en la singular rama del baroteo. Llámese baroteo a la conspicua y dura habilidad para afincarse en un bar todo el día o, los más habilidosos, recorrer distintos establecimientos del ramo haciendo gala de la dureza de sus codos. Se podría etiquetar como la ruta del lingotazo. La otra mitad del censo, más sutil y sufridora, padecía el síndrome del Túnel Carpiano, afección de estreñimiento de la mano que produce hormigueo y dolor, en este caso producido por tener agarrado de día y de noche el mando a distancia de la tele. Al parecer, según relatan los libros de historia, la toponimia de este pueblo viene de muy antiguo, Oletuuu no es nada nuevo ni fruto de un acuerdo entre las partes, aquí no hay partes. Según artículos de Triquipedia este antiguo pueblo ya existía ochenta y dos semanas antes de JC, dedicados como todo el mundo al arte de la caza y al de partirse la crisma con sus cortantes instrumentos de sílice. Las mujeres, guarecidas todo el santo día en las húmedas cuevas mirando la tele, salían al atardecer al encuentro de sus fatigados primates, hambrientos y exhaustos. Habitualmente cargaban con algún que otro dinosaurio para su doma, si bien se alimentaban con rabo de diplodocus, cuna y origen de las actuales tapas. Todo el poblado se unía en un clamor, Oletuuu! Oletuuu!

Hoy en día la economía de los Oletuuu es de las más participativas y sostenibles del planeta. Moderna, ágil, distributiva, equitativa y, fiscalmente incontestable. Basa su estructura financiera en los postulados de la arquitectura económica más moderna, ni Keines, ni Smith, ni Krugman. Los pilares de tal milagro se sostienen en la doctrina del Profesor Rontoro, artífice del prodigio económico de Iberia por sus innovadoras técnicas compensatorias. En realidad es tan sencillo como poner en práctica y blanco sobre negro el flujo de los vasos comunicantes, esto es, yo lleno mi vaso hasta el borde y sin dar tiempo ni a bebérmelo, es aspirado por centrifugación y mega absorción siendo transportado a cientos de km. Con lo cual te quedas con tu vaso y sin nada que beber. A ese movimiento traslaticio, que tiene más de físico que no comunicante, el Profesor Rontoro lo ha dado en llamar MLS (migración líquida solidaria). En algunos casos los agentes productores de líquido se han querido parapetar, con evidentes muestras de egoísmo y mezquindad, en un supuesto atropello a sus  derechos y desconsideración hacia su talante emprendedor y productivo. También aquí el Profesor mueve ficha aplicando sus vastos conocimientos para corregir cualquier desviación de los flujos monetarios. En efecto, en un gesto que le honra y tirando de manual, decreta la aplicación inmediata del CQTA (cállate que te asfixio). Con lo cual queda asegurado el suministro de los Oletuuu y la supervivencia de las rutas del baroteo y demás gastos corrientes e infrecuentes.


No es baladí pensar que más temprano que tarde, las teorías de Rontoro serán debatidas y puestas en jaque. De tal manera que según rumores de pasillo, la mismísima Comisión Europea ha puesto en boca de su presidente, Jean-Claude Juncker, las siguientes afirmaciones: “No vamos a permitir que a los pocos que llenan su vaso de agua, les sea arrebatado y mega absorbido hasta la última gota”. Yo dudo mucho de la autenticidad de esas afirmaciones, es más, apuesto a que las absorciones proseguirán en aras al sostenimiento y globalización de los Oletuuu.


Tampoco no hagan demasiado caso de todo, no es más que un cuento navideño arrumbado en la polvorienta oscuridad del desván en el vagón de cola. Y no se olviden… sean buenos y Feliz Navidad!!

dimecres, 16 de desembre del 2015

SUEÑA O ENVEJECE

I have a dream”, sí, de noche tuvo un sueño Martin Luther King, era el 28 de agosto de 1963 cuando habló en las escalinatas del monumento a Lincoln, Washington, a lo largo de una de las mejores  piezas oratorias de la historia. Defensor a ultranza de la coexistencia pacífica entre blancos y negros, abolicionista de la esclavitud y defensor de las libertades individuales, caía poco antes de cumplirse los cinco años de su inolvidable discurso, cosido a balas en Memphis, Tennessee.  A la edad de 39 años. Ese fue su sueño, vivir en concordia, sin diferencias raciales, compartiendo aulas en la universidad, viajar en los mismos autobuses y comer en los mismos restaurantes. Sin duda se trató de un bello sueño, de un justo y humano anhelo. Aunque, sin él poderlo remediar, las heridas todavía no han cicatrizado, hay fisuras que fluyen y se esparcen.

Sin ser tan contundentes ni trascendentales, quién no ha tenido un sueño, quién ha puesto límites a fantasías, quimeras o espejismos? Luther combatía por la humanidad, por la igualdad entre todos los seres, nosotros solemos instalar el listón mucho más bajo, casi a nivel de tierra, por aquello de poner los pies en el suelo. Hasta en eso, soñar, somos discretos, casi prudentes. Así y todo, por poco que cueste construir castillos en el aire, qué cara nos sale su demolición, su evaporización. Cuando el sueño se transforma y se muta en realidad nos sentimos aturdidos y contrariados, y muchas veces hasta lo consideramos una injusticia. Apelamos a la mala suerte y desafiamos el azar. Pero también hay que hacer notar que somos de buen conformar, aceptamos el sinsabor con gusto a miel: “Los viejos sueños eran buenos sueños. No se cumplieron, pero me alegro de haberlos tenido”.

No les parece que la mera posibilidad de poder soñar ya nos hace la vida un poco más interesante, huir de rigideces y desalientos para desatar todas aquellas pequeñas o grandes cosas que solo en pensarlas asoma un cosquilleo en el pecho, un rayo plateado en la mirada? Coger aviones, visitar lugares exóticos, codearse con las estrellas, malgastar dinero, amar sin ser amado. No cuesta un euro ni hay que hacer cola alguna. Dispones a tu antojo porque nadie te va a contradecir, ninguna autoridad te lo prohibirá y con un poco de suerte y dedicación hasta puede que lo vivas intensamente durante una noche de profundo sueño. Pero si algún día la diosa fortuna te sonríe, comprenderás la riqueza de nuestra imaginación y la pobreza de algunas realidades.

Shakespeare dijo que “un hombre que no se alimenta de sus sueños envejece pronto”, comparto esa afirmación. Hay que soñar, es necesario soñar, porque de lo contrario nos volvemos insensibles y despiadados con la esperanza, no atendemos a los impulsos y ruegos del corazón y vagamos por las esquinas de la vida buscando respuestas en dónde no las hay; La humanidad es culpable de mis desdichas, no yo. Pero hay una cuestión que tampoco hay que pasar por alto ni olvidar: dijo Sarah Ban que el mundo necesita soñadores, pero también hacedores. Claro, una cosa es soñar maravillosas banalidades y la otra pensar en sueños en los que algo inesperado mejorará tu vida. La verdadera magia precisa de sudores, determinación y trabajo duro, todo lo demás es una utopía más fantástica que el propio sueño.

Calderón lo plasma con maestría en la voz de Segismundo:
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.


No es fracaso, traición, ni mucho menos injusticia, tan solo se trata de vivir la vida dos veces, la real y la imaginada o deseada. Es necesario soñar, y soñar que soñaste, pero jamás olvidar, ya saben, que al final de cada episodio los sueños, sueños son.

divendres, 11 de desembre del 2015

CORTE DE PELO

Hoy me ha dado por ir a cortarme  el pelo, los llevaba demasiado largos y por la mañana en la ducha me costaba mucho rato aclararlos. Supongo que no es una buena razón para cortárselos, pero me da pereza, siempre corro porque no me espera nadie. Puede parecer una incoherencia lo que digo, pero mi tiempo es sólo mío y me lo administro como me parece. La última vez que me pasaron el corta césped por la cabeza me parece que era el tiempo de irme a la playa. Antes de entrar me he fumando un purito en la puerta y frente a mí había un balcón lleno de ropa tendida, a fe de Dios nada glamuroso, pero me ha impulsado a desenfundar el teléfono y dejar constancia de aquella embadurnada urbana. Y de urbana propiamente dicho tenía poco, porque hablo de un pueblo de 3800 habitantes, aproximadamente. Mucha niebla y un frío aceptable, teniendo en cuenta que lo que para mí es aceptable, en Barcelona circulan con gorros prusianos y chupas desmesuradas. A Barcelona sólo voy por razones muy concretas y poco diversas: al médico, el Liceu o La illa. Ya sé que es un bagaje muy pobre, pero hoy por hoy es todo lo que necesito de la metrópolis, y ya hace veinte años que la abandoné. Y porqué la abandoné? Pues por qué hace veinte años que ya hacía veinte años que deseaba irme, no por conocer cosas nuevas, sino para reencontrarme con lo que siempre había deseado, la tranquilidad y el entorno bucólico que te envuelve y seduce de día y de noche. Nada de paredes de hormigón, de humo de autobuses, colas para todo, malos olores de diversos orígenes, colegios a dos horas de casa, manteros profanando lugares públicos o meretrices metiendo mano en La Rambla. Y no lo digo por qué no me guste que me metan mano, pero sí de otra manera.

 Bueno, como decía al principio, me han aligerado el cogote esta mañana. La peluquería reúne unas determinadas condiciones que, si por mí fuera, la propondría para el premio en la excelencia por representar con exactitud cómo son estos establecimientos de pueblo, que no tienen nada que ver con los de la ciudad. Aquí las cosas siempre son más naturales, más auténticas, sin parafernales inútiles, y con precios remarcablemente más adecuados. Incluso tienes derecho a integrarte en un grupito de un par o tres de señoras mayores que amenizan el rato haciendo un exhaustivo repaso de las últimas novedades e incidencias locales. Así mismo puedes encontrar revistas gráficas en cualquier rincón amontonadas sin orden alguno  que te devuelvan a la coronación de la reina de Inglaterra o a la nefasta tragedia de su nuera, lady Dy. Y eso no tiene precio. Una pequeña televisión empotrada en la pared, esquina con el techo, en régimen de mínimo volumen, informando y detallando los sucesos que se van desarrollando por las mañanas de la televisión nacional, porque las otras son las extranjeras. Aunque desgraciadamente las señoras no miran la tele. Se inclinan por asuntos más mundanos, más cercanos. Sin pasar por alto los temas vitales como la cosecha de aceite o el precio que la bodega está pagando el vino. Y ahora toca la cosa de los adornos navideños, puntuar las calles que más relucen, ignorando que hace veinte años que son las mismas, esto no es Barcelona, ​​con lo cual se deben tener muy en cuenta las iniciativas particulares ligadas a portales, ventanas y balcones. Y dentro de pocos días cogerán temple las matizaciones referentes a la exhibición de la estrella real, preludio de la llegada de los pajes de los magos de oriente. Y así, con el viento soplando y barriendo las últimas hojas, dejo la peluquería hasta nueva orden, con las manos en los bolsillos y pensando qué bien que lo hice hace veinte años ya. Algún día tenía de hacer algo bien hecho.

divendres, 4 de desembre del 2015

ESPERPENTO

Al parecer, hoy por hoy, Junts pel Si y la CUP se fumaran la pipa de la paz de una vez por todas. Si es así, el camino habrá sido más un vía crucis que un camino. Totalmente inaceptable desde todos los puntos de vista, singularmente el ético. Mientras no se demuestre lo contrario, muy a pesar de los demás partidos políticos, el presidente Mas es la única opción con los conocimientos necesarios y dominio de la escena para en estos momentos de especial crudeza y deterioro de las relaciones con España, pueda defender y negociar con el gobierno central. Y sin pasar por alto la peligrosa situación personal que ha asumido, pendiente de sentencia judicial. Mas es el 129 presidente de la Generalitat, dato que en España ni se entiende, ninguno de sus antecesores llegó tan lejos en la defensa de las reclamaciones de su país. Con el juego sucio del estado español han intentado untarlo de porquería y a día de hoy nada se ha podido demostrar. Ni judializar. De la misma manera que ningún juez ha llamado a capitulo a quien lo difamó. Si hacemos un repaso mental de todos los líderes políticos de España, Catalunya incluida, no encuentro ninguno ni de lejos que pueda codearse con líderes mundiales con la presencia, la educación, el saber estar y el dominio de idiomas como Mas. Todo es hojarasca, picaresca cutre, maledicencia y soberbia enfática.

Pero creo que Mas se ha equivocado y los que le conocen bien saben que no es por amor a la poltrona, ni falta que le hace. En todo caso es un compromiso personal: propuso un rumbo y no piensa abandonar el timón hasta su destino. Pero se equivocó. Los resultados del 27/S le fueron propicios por mayoría pero no la suficiente para iniciar el tránsito hacia un estado propio. La realidad ha venido a confirmar que Catalunya es un país complejo, muy complejo, totalmente distinto a España. Catalunya es una sociedad plural y diversa en donde siempre han asomado enfoques más europeístas y progresistas que las del estado al que pertenece. Las demandas o inquietudes del pueblo catalán no han sido nunca atendidas ni tan solo recibidas por el estado español, solo menospreciadas o combatidas con los fallos de los tribunales. No hay política, hay judialización de la política, con lo cual el diálogo es inexistente. Y el déficit fiscal es ya asfixiante, letal de necesidad, pese a que la vicepresidenta del gobierno diga que se ha demostrado que el pueblo español es muy ¡solidario! con Catalunya.

El tremendo error ha sido ceder a las exigencias y esperpénticas demandas de la CUP que, sin antecedentes de gobierno ni experiencia parlamentaria, han entrado en escena para lograr un común acuerdo de gobierno en aras a poder acreditar una mayoría holgada en el parlamento. Vano y fútil intento aunque se logre. Con estos antecedentes y una actitud rayana a la provocación hasta donde pueden llegar juntos? Acaso se les puede confiar la cartera de economía, o a delegar con sus maneras a negociar con el gobierno del estado. No están de acuerdo con que Mas sea el presidente del futuro gobierno, bien, de acuerdo, pero que no propongan a otro de Convergencia o veten a futuros consellers. Tanto se valoran? Entonces que se mojen del todo y se postulen para altos cargos del govern, sin duda que sabrán hacerlo. Otra cosa es que cuando decidan no pagar un euro de la mastodóntica deuda catalana, confisquen empresas o manden delegaciones a Europa con camiseta i rastas, se encuentren con respuestas inesperadas y realidades apabullantes. Por mucho que duela o no guste las cosas de palacio van muy despacio y hay cosas que en palacio nunca las aceptarán. Y hacer un mundo encerrado entre Puigcerdà y Amposta es demasiado pequeño, se parece a un gulag.


Mas se ha equivocado y se ha perjudicado fatalmente. No los necesitaba para nada, la democracia tiene otros caminos por explorar. 

dijous, 3 de desembre del 2015

UN LLIBRE

Quan vaig publicar el meu primer i darrer llibre recordo que tenia una mena de pessigolletes que em feien sentir bé, feia patxoca veure el teu fillet darrere dels vidres d’algun aparador. Temps després i de punyetera casualitat el vaig poder veure a Paris i Hamburg en llibreries especialitzades en llengua estrangera. Tots tenim el nostre petit ego, i el que digui el contrari menteix com un llepafils. Ara, a la volta dels anys, m’he donat compte de què el què jo escric no és material per lligar-lo amb cola i tancar-lo dins de dues tapes en color. Per una molt senzilla raó: la gent tendeix a escollir una història que té un començament a la tercera pàgina i no conclou el seu desenllaç fins al final del llibre. Jo faig el mateix.

Em sembla que el que jo faig en diuen articulista, que ve a ser com si em diguessin lampista. O sigui, començo un relat què més o menys a les set-centes paraules acaba, és mort. I així ho vinc fent aviat farà set anys a La Vanguardia cada diumenge. I perquè? Doncs en primer lloc perquè em ve de gust, m’agrada, i després perquè penso que per escriure una llarga història necessites disposar d’unes eines mentals que no tinc al meu magatzem. Però el que a mi m’agrada és treure el pa calent, recent enfornat, perquè en definitiva què és un blog intimista sinó una mena de diari personal, esmicolar les sensacions i experiències del dia a dia. Acostar les teves vivències al lector per compartir sentiments, il·lusions, decepcions, angunies, i aportar el teu petit granet de sorra en causes què s’ho mereixen.


Sempre he procurat mantenir-me allunyat de les bregues politiques, ja hi ha una munió d’autors que si dediquen i un fotimer de periodistes que ho exploten fins la sacietat. I es fa difícil no dir la teva en aquests temps. Els esdeveniments se succeeixen pel broc gros i a tal velocitat que t’empenyen a posar-hi cullerada. Com diu un bon amic, si tots els fills de puta volessin es faria de nit i ni piles ens haurien deixat per les llanternes. Voleu dir que ens en sortirem? Jo cada dia ho veig més magre per el poder i dolenteria d’uns i per la ineficiència i improvisació dels altres. De seguir així les coses ja em veig escrivint les meves innocents cròniques  en un bon rotllo de paper higiènic.

 M'agradaria saber l'opinió dels meus lectors cada setmana, per crua que sigui.