dimarts, 19 de juny del 2018

ESTO ES LA COÑA (Trozo I)


Mala suerte, me he partido el menisco. El menisco izquierdo. Afinemos un poco más, de eso hace ya tres o cuatro años, no ahora. En su día ya me dijo el cirujano que ya no se opera el menisco de forma protocolaria y automática. Tan solo en casos en que se considera necesario. Me he acordado hoy, anticipo del tiempo estival que está al llegar y antesala de los itinerarios en bicicleta. La bicicleta emite un ligero chasquido a cada vuelta de pedal, que coincide exactamente con el chasquido emitido por mi rodilla maltrecha. Nada preocupante si lo comparo con las docenas de ruidos, pulsaciones, mialgias, punzadas y pequeños dolores que exhala mi cuerpo entero. Un cataplasma, vamos. En invierno me divorcio de la bici, por pura cobardía. En donde yo vivo las temperaturas invernales son un tanto inhumanas y lo último que haría sería pegar aquel maldito sillín a mi culo. Además, la tengo en la playa, lejos de mis adoradas montañas. Ya me encuentro en la playa, poca gente, ventadas por la tarde, paseos matinales, comidas frugales, mucho pescado y ausencia absoluta de tetas y de machos alfa dispuestos a comerse lo incomible.

Por las noches lo de siempre, o casi. Hojeo el periódico, me calzo los cascos y dejo que la música me amanse, como a las fieras. Cuando me parece que lo que oigo es digno de compartir, lo hago mediante un grupo de Facebook que creé ya hace algunos años. Había permanecido casi siempre bajo mínimos sin embargo, ahora, se ha recuperado y se encuentra en unos niveles de participación muy prometedores, y va al alza. Hay un grupo de personas muy activos que llena la página de buena y variada música. Yo soy muy repetitivo, cansino diría yo. Aunque la mayoría de agregados derrochan amabilidad prestando atención a mis publicaciones. PEN CLUB MÚSICA, por si a alguien le puede interesar y compartir sus gustos musicales.


Ahora es tiempo de renuncias también. Aquí suelo pasar de puntillas sobre la información política de los periódicos. Es como un hartazgo la temática de las peleas diarias y el quítate tú que me pongo yo. Que si han encarcelado a Urdangarin, que si se presentan no sé cuántos para presidir el PP, que si Susana dice que a los catalanes ni agua, que como Sánchez no se coalicione con otros, su recorrido será efímero. Que si el presidente hace footing por la mañana en los jardines de la Moncloa –que a mí me importa un huevo-. Aunque reconozco que Sánchez corre con estilo de deportista, al revés del anterior, Rajoy, que corría como si estuviera escaldado o con ansias de llegar al retrete. En fin, al mediodía comparto plato con las noticias televisadas, por la noche ya no. Miro las estrellas y el reflejo de la luna sobre el mar, y si no hay luna, me lo imagino. También miro las olas, y si tampoco hay luna, las oigo.

Me han entrado furibundas ganas de oír el pasodoble de España Cañí y mandarlo al Face. Leo no exento de asombro, como diría un entendido, que en el último programa de Supervivientes, que no he visto jamás, un tal maestro Joao ha podido hacer realidad uno de sus sueños: ver y tocar el culo de Jorge Javier Vázquez. Como lo oyen. El tal Joao, que no sé si será vidente, le pudo leer el futuro a Javier, nada más y nada menos que reflejado en su culo. ¡Coño! Que diría mi padre o cagondiós que diría mi vecina. Una foto ilustra el notición en la que aparece el divo televisivo con los pantalones en los zapatos y al realizador de sueños arrodillado frente al famoso culo. Y al parecer, no es que no tenga pelos en la lengua, es que no tiene pelos en el culo. Joao profetiza que el divo venderá su casa, cesará su periplo televisivo, etc. Y a Juana de Arco pongo por testigo de que un servidor, que tiene los ojos nuevos de trinca, por más que miro la foto, no olerla, no veo letra alguna en esa masa muscular al fresco y a un palmo de la nariz del vidente. Ya me perdonarán, amigos y amigas, pero solo de pensar en el sillín de la bici, creo que no la cogeré más. ¡Es que hay que joderse, que diría mi abuela! Si esto es información/televisión, yo soy Giacomo Puccini.