Has jurado guardarme amor eterno,
decía él, burro él, por lo cual ya no me podrás poner cuernos en la vida, concluyó el burro. La respuesta a tan onírico
razonamiento no se hizo esperar. Vete a
tomar por culo y no digas más chorradas, dijo ella mientras se tensaba las
gomas de su braga/bikini. La acción se desarrollaba a escasos dos metros de mi
copa de vino blanco, muy frío, claro. El menda, con los brazos y piernas
embadurnados de ininteligibles trazos azules, cuando se desprendía de su gorra
de guerrillero, presentaba un micro cráneo plantado de pelos amarillos en su
parte superior, la azotea digamos. Los laterales del cráneo, presumiblemente,
se habrían esquilado con el cuchillo eléctrico de rebanar chorizo. Style
Changui. Su supuesta prometida, esparcida
en la toalla, destacaba por sus tres aretes colgando del lóbulo, una perla más
falsa que la inocencia del PP en todo el labio inferior, y un indiscreto y
oxidado cascabel penetrante y colgante de su ombligo. Style putón verbenero. Más
no vi. Pero mi instinto, ay mi instinto!, me sugiere que alguna herramienta
debía llevar la moza en toda la boñiga. Quizá una campanita, puede que un
diente de mono, no me jodas!, quien sabe, a saber. No les cuento nada más de la
conversación de esos trogloditas, no vale la pena tener que darnos un bañito de
yodo. Por cierto, verdad que se han inventado el pipi/can o la playa/can? Pues
coño que monten el tarugo/can y metan a todos estos del cerebro congestionado. Eii
Choni. Que gentuza, coño. Marchando otra copita de blanco, por favor. I fresco.
Ya
saben, la bañota del veraneo. El
coñazo de la brisa, el bochorno, el maldito calor, las infusiones de teta
nocturna en la arena, el moderno bañador de papá, dios mío! Los recién ahogados,
las sirenas, ambulancias, la policía y, en fin, los cojones de los negros dando
color a la cosa con sus modelitos y bolsos Vuitton
de todo a cien, amigo. Que si a la vuelta me tiro de cabeza al gimnasio, que
como sigas así la barriga te va a esconder la pirula…pa lo que sirve! Que si en
los balcones fuera guiris! Aquel que
dice veo culo, quiero culo, la Sra.
que por fin pesa solo 52 kgs, pero las tetas 48 más, que no nos dejan traer al
perrito, cagüentodo. Miniflauta de Jabugo a 9 euritos y mal provecho. El coche
nuevo, por pagar, las consolas de los niños en el respaldo, en cómodos plazos,
ella con pamela y él con cabreo, el perrito, la pelota de playa, el
apartamento, por pagar, hecho una mierda con tanta humedad. La gente se lo
monta bien, tenemos apartamento en
segunda línea de mar. Sabe distribuir los tiempos y alternar las fases de
la luna: 15 días para disfrutar arruinándose y once meses y medio para pagar
las cuotas de la hipoteca y el IBI de premio de consolación.
Hombreee,
Pedro, cuanto tiempo, coño! Hacía años que no lo veía, pendenciero, vago,
vividor, sin trabajo conocido, amante de sus amantes, soltero y víctima de los
asedios sexuales. Qué es de tu vida, sigues enarbolando el palo mayor en mares
revueltos? Porque supongo que no te habrás casado, no? No, que va, que va. Todo
ha cambiado, amigo. Ya no es necesario seguir haciendo de sabueso y husmeando
mujeres a las que hacerles un favor. Ahora todo es más sencillo. Hoy existe el
WhatsApp y las suministradoras de orgasmos, jajaja! Ostia Pedro, lo que tú no
sepas... Y se puede saber quiénes son las suministradoras de orgasmos, no me
dirás que ahora vas pagando por ahí. Ni un duro, hoy las mujeres, no todas,
claro, ya son más osadas que nosotros en los viejos tiempos, y te ponen entre
la espada y la pared en cada esquina. Y aquí en la playa, ni te cuento. Coño, y yo siempre enclaustrado tocando el
piano, burro ignorante si soy. ¡Suministradoras de orgasmos, mecagüen la leche!
Pero que Guay!!
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