Lo dicho, este país no tiene
solución, es un verdadero galimatías con ínfulas de gran estado, de nación
ejemplar. Tanto es así que se permiten dar el capotazo a la voraz y
omnipresente podredumbre de la corrupción. El amiguismo, las puertas
giratorias, el desgobierno, la amigable entente con la justicia, la mentira y
tantas cosas, campan por su respeto a lo largo y ancho del sistema, sin que se
le ocurra a nadie palidecer lo más mínimo, ni disculparse por las ingentes
meteduras de pata tan arraigadas en su comedero de cuitas diarias.
Se ha cruzado un desierto de
casi un año sin gobierno y de pronto sus discursos se han vuelto triunfalistas,
España va bien, sacan pecho y alardean con cifras recién impresas del gran
libro de las mentiras, el volumen de tapas duras y ribetes de oro que contiene
las sagradas escrituras del envoltorio nacional, el santo grial del
nacionalismo español más rancio y excluyente. Novelas caballerescas de nobles
hidalgos castellanos que hicieron ancha Castilla aplastando a sus moradores, en
busca del poder, el dominio y el rebosar de sus alforjas. Hallaron un filón en
las Américas, fletando carabelas atestadas de rufianes y malhechores con los
que masacrar todo nativo viviente con la espada y la cruz, expoliando pueblos y
haciendas, y desvalijando hasta las entrañas a sus moradores. Hasta que los echaron,
de allí y de todas las partes del mundo en donde osaron entrometerse. Me rio yo
de la llamada Madre Patria, vayan ustedes a cualquier país sudamericano y
mencionen lo de la Madre Patria, los mirarán con desdén y, con suerte, saldrán
corriendo palpándose la cartera. Sus descendientes los conocerán enseguida, son
toda esa buena gente que nos están dando la matraca hace años “Portaros bien
catalanes, no hagáis locuras ni cosas feas. Más vale juntos que desparramados,
a pagar y callar”.
Federico Trillo, miembro
destacado del montaje PP, murciano, amante de Shakespeare, Opus, coleccionista
de lustrosos cargos públicos, conocido por sus chascosas cagadas: Manda huevos!
¡Dirigirse a las tropas de El Salvador con un Viva Honduras!! Cágate lorito.
Bien, tan insigne personaje, recién apeado de su poltrona en la embajada del
Reino Unido, ha solicitado su reincorporación al Consejo de Estado del que es
letrado. Pero resulta que el Consejo de Estado acaba de emitir un dictamen por
el que culpa al Ministerio de Defensa del desastre del Yakovlev-42 en el que
perecieron 62 miembros del ejército español, siendo él ministro de la cosa en
aquel momento. Las familias de los perecidos se han puesto las manos en la
cabeza por el despropósito del ex embajador, ignorando que como mucho seguirán
con las manos en la cabeza. Es ofensivo.
Los auténticos españoles,
bodega pata negra, están que se suben por las paredes por los farolitos recortados
que recuerdan la estelada en la
cabalgata de reyes de Vic. Más de lo mismo, si los catalanes nos sentimos
orgullosos de nuestra identidad y procedencia, resulta que somos poco menos que
unos terroristas y gentuza. Por el contrario, si se trata de enaltecer los
sentimientos casposos y rancios del españolismo cañí y cañero, entonces es
patriotismo. Manda huevos, sí señor, como diría el embajador defenestrado.
Rajoy, con su proverbial templanza y discreción ha intervenido de inmediato: “Manipulación
de los niños”. Toma ya. Lo dice un hombre que se manifiesta por Madrid,
acompañado de obispos reaccionarios, niños, abuelos y fachas de trasnochada
estampa. O se va de turné por plazas y cosos españoles para animar a la gente
que voten contra Catalunya. Ole ahí! ¿Sacar la legión en desfiles y
procesiones, cabra incluida, no es un atropello a cualquier principio
democrático? Esto no tiene remedio. El españolismo rancio chirría, pero durará
todavía porque a España le cuesta esto de la democracia, la democracia de
verdad. Es por eso que he comprado cinco inocentes farolitos para mis cinco
nietos. Y el que lo vea como un acto terrorista, que se joda.
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