dijous, 11 d’agost del 2016

CRÓNICAS EN TINTA AZUL. OLE AHÍ TUS ÓVULOS!

Hoy me he tomado el día libre, aunque oficialmente se suponga que los tengo todos libres, no es cierto del todo, también tengo ocupaciones y, frecuentemente, bastantes más de las que quisiera. He vuelto a la terraza del náutico, es un rincón en dónde no hay más techo que el cielo ni más pared que el horizonte. Razón por la cual he desistido de ser ajusticiado por el sol y he trasladado mis bártulos al piso inferior, grandes cristaleras al puerto, aire acondicionado y luz a raudales. Apenas hay un par de empleados montando mesas, los clientes optan por freírse en cubierta. Leo que en Afganistán un padre ha casado a su hija de seis años con un hombre de 55 a cambio de una cabra. Si un ser humano vale lo que una cabra, entonces no me queda otra alternativa que pedirme una copa de birra bien fría. Al barbudo de 55 años lo mandaba a galeras, al padre de la criatura desmembrarle  el miembro y al angelito de nueve años a una familia de acogida, que hay muchas. Y la cabra al monte, claro.


Inicio la información matutina en las páginas de un periódico andaluz –Andalucía 8- en las que se hace eco de un informe del Consejo General del Poder Judicial en el que se detalla un curioso ranking de corrupción en España. La campeona en casos investigados (541) es Andalucía, seguida a mucha distancia (200) por la comunidad valenciana, y en tercer lugar (153) la comunidad de Madrid. No especifica los que le siguen que, aunque decrezcan en casos, se hacen presentes en todo el territorio español sin excepciones. La fórmula mágica de dinero/chantaje/corrupción/soborno es una pócima que gusta a un importante segmento de la población, debida en parte a la raquítica calidad democrática y al influjo, no de la luna, sino del alma latina. El prestigioso diario alemán Die Welt dice que la corrupción en España es comparable a cualquier dictadura del tercer mundo. Ole ahí tus óvulos!

A media  mañana he dejado a mi mujer en la peluquería, a continuación he iniciado el vía crucis para aparcar el coche. He tenido suerte y pasada media hora he aparcado sano y salvo. Rápidamente he desenfundado mi teléfono para activar la aplicación “aparcar”. Nada de buscar la maquinita, encontrar monedas, adivinar el tiempo  que tardarás, ni correr porque se agota el tiempo. Pagas el precio justo y te mandan correo con el recibo a los dos minutos. No doy abasto con tanto progreso técnico, y muy útil. Durante la espera y por encargo de quien manda en casa, me he dirigido a la charcutería a la busca y captura de 300 grs de jamón ibérico. Según el dependiente que me ha atendido la cosa se divide en: jamón serrano, jamón de bellota y jamón de bellota ibérico. Sin duda mi cara de analfabeto chacinero-jamonero ha impulsado al hombre a derrochar instrucción y simpatía. La operación corte ha durado unos quince minutos que he empleado en contemplar el mostrador frigorífico que era un paraíso de colesterol, pero que bueno. A todo esto, una familia francesa, por voz del marido, ha preguntado el precio del jamón entero. Y siguiendo el orden inicial establecido le han dicho 200, 300, 500 euros, más o menos. El franchutis que estaba a mi lado me ha preguntado con los dedos, un cinco y dos anillas, si había dicho 500 euros, y con mi francés parisino le he dicho que oui.  Ole ahí tus óvulos.


De regreso a casa la radio me pone al corriente de que en un condado de Alabama ha sido arrestada Kimberly Coggin de 39 años. Se han difundido imágenes en las que se le ve manteniendo relaciones sexuales con su perro. Ha admitido que había tenido más relaciones con otros animales. Si no hubiera sido por el aparcamiento me hubiera detenido para tomarme otra birra. He consultado en internet y por la cara de la seductora zoófila he pensado en los pobres animales desflorados. Me sabe mal, me sabe mal que un día pueda llegar a tener relaciones con su novio humano y le deje el espárrago como un criadero de moscas forrado de pelambrera de mono. Ole ahí tus ovarios.