Pese
a la cerrazón de los agoreros, las cosas empiezan a marchar francamente bien, la crisis ya ha pasado es
expresión cotidiana y recurrente. Asoman indicios muy evidentes de que en España la economía y la
natural beligerancia política, han enfilado el rumbo de la prosperidad y el correcto
camino navegando a toda máquina. Media Europa se descubre en parabienes
mediante declaraciones y artículos periodísticos de reconocido prestigio, que
dejan loada constancia de tales hechos. No todo han de ser andanadas ni reproches a un gobierno –actualmente en
funciones- que se impuso desde sus inicios la reconversión del país hacia la
modernidad, la demolición de sus viejas estructuras administrativas, la lealtad
y honestidad de los altos cargos y el
reparto equilibrado y justo de su riqueza en todo el territorio.
Todo
ello no es óbice para que determinados flecos, como diría mi peluquero, y
objetivos de menos cuantía, como diría mi tía, estén todavía en situación de standby,
como diría el pesado de mi informático. Así es, ya comenté hace unos días que Die Welt, como La Razón pero en plan serio, dice que en España la corrupción
endémica en el gobierno y la administración, así como en casi todos los
partidos del espectro parlamentario, se situaba al nivel de una dictadura del
tercer mundo. Tampoco vamos ahora a
exagerar, ya sabemos com son los alemanes. A veces se tergiversan las palabras:
el ciudadano Rivera declaró en su día nada menos que “pactar con Rajoy, jamás, soy un hombre de palabra y no pacto con
corruptos” Se confundió sí. En fin, meras bagatelas.
Pero
bueno, bueno, para muestra un botón, hay cosas más relevantes, como por ejemplo
el consumo interno, básico para el despegue económico. Según un artículo de Bloomberg, que no es la gestoría de la
esquina, constata que los españoles vuelven al bar, por fin, después de siete
años en el país se abrieron más bares de los que cerraron por la crisis, y eso
es un dato. España es el país del mundo
con mayor número de bares por habitante, uno por cada 175 personas. En
el Reino Unido, uno por cada 500 personas. Por tanto el consumo interno se
activa como la espuma de la cerveza, nunca mejor dicho, no crea riqueza ni
empleo, fomenta el contraste de pareceres y, a lo sumo, es causa de un huevo de
tendinitis de codo. Que no es el Brexit,
palabrota fea extranjera. Más notable y sorprendente es el descubrimiento de Der Spiegel, que es como ABC
pero en plan riguroso. Comenta que la disminución de la siesta en España se
vincula con el rescate bancario que solicitó España a la troika. Me quedo pasmado, ignoraba que había disminuido la siesta
y, por ende, las dos horas de almuerzo y el carajillo de la coñás con gotas. A saber si fue una
decisión ligada al acongojamiento de la población u órdenes directas del
premier español –lo de premier es una licencia, con permiso-.
“La envidia existe solo en aquellas
personas que no saben aceptar la felicidad de los demás” No me negarán que la frase no es ñoña, simplona y
cutre. Pero sí que llegan ciertos efluvios de Europa en ese sentido. Sí señor,
vamos mejorando y encarrilando una nueva etapa. No importa que los
ferrocarriles en Cataluña sean una broma, las carreteras a reventar por falta
de infraestructuras, el puerto sin conectar a la senda europea, las finanzas en
coma, el corredor mediterráneo ralentizado, el sistema de educación y el idioma
permanentemente amenazados, el gobierno y parlamento de Cataluña intervenidos
por la justicia politizada, personajes públicos embrutecidos por las cloacas
del estado, practicar en base a una histórica ignorancia la hostilidad xenófoba
hacia los catalanes, una manipulación informativa sin precedentes en Europa, un
treinta por ciento de la población sobreviviendo como pueden etc. Y en esa línea, un montón de tonterías más.
Dicho
por voces autorizadas, no la mía, Cataluña es el problema más importante y
explosivo que tiene España. Solución a la española; Rajoy y Rivera no se ponen
de acuerdo con la corrupción, pero sí en el acotamiento y limitaciones a
Cataluña. Efectivamente, todo va muy bien, pero saben que les digo, queridos
amigos, que cuanto antes nos rasquemos nuestras propias pulgas, mejor (de buen
rollo, eh!)
(La foto ilustra una secuencia del consejo de ministros)
(La foto ilustra una secuencia del consejo de ministros)