dissabte, 9 de novembre del 2013

COMPARTIR VIDAS


No escribo pensando en un público intelectual; son artículos  para todo el mundo, creo. Son confesiones que pretenden ser populares; intentan interesar al lector por sucesos pertenecientes al ámbito de los sentimientos, de las emociones y de la afectividad. Algo así dijo François Truffaut de sus películas. Cuando escribo no me limito a infundir buenos deseos en relatos ajenos y alejados del común de los mortales, tan solo pienso cómo hacer llegar el mensaje para que el lector se sienta partícipe de la historia, huir de la grandilocuencia o la banalidad. Nada de eso, antes muy al contrario, cuando tu desmigas emociones vividas o sentimientos que afloran por todos los poros, no haces sino buscar la complicidad de otros para encontrar espacios en los que compartir lugares o afectos, emociones impulsadas por los mismos latidos. Alguien me dijo una vez que para escribir bien, hay que escribir sobre lo que uno conoce… Esto es lo único que sé…Y no sé más.

Y en ese trepidante rio que nos arrastra hacia el mar, nos caemos y levantamos por la fuerza de la vida, son tantos los saltos de agua y las cascadas por las que nos precipitamos, que a la fuerza vamos dejando sedimentos, diminutos trozos de vida que pasamos por el cedazo para unir un momento, un paisaje, una melodía, un relato para contar. Casi que no se puede describir, porque hablamos de sensaciones, de sentimientos, como esas personas a las que les gusta mirar a la luna, dejarse hipnotizar por el mar o palidecer ante una puesta de sol púrpura. Abrir nuestras mentes, escribir y darnos cuenta de que hay un nuevo fin para aquella vieja historia. Hay quien cree que su pasado no tiene interés, peor aún, que no tiene pasado, qué candidez y que equivocación más pueril¡¡ Todos descendemos por ese río que va urdiendo nuestro pasado, tejiendo nuestra propia historia y que quizá la que construimos hoy sea la más importante. Es tan difícil que el pasado no te persiga.

“Recordar un buen momento es sentirse feliz de nuevo. Escóndeme que el mundo no me adivine. Escóndeme como el tronco su resina, y que yo te perfume en la sombra, como la gota de goma, y que te suavice con ella, y los demás no sepan de dónde viene tu dulzura”. El romanticismo en boca de los grandes poetas huye de la banalidad mediante simples palabras dispuestas como solo ellos saben hacer, para llegar a lo más hondo de nuestros corazones y, con ello, hacernos partícipes de sus alegrías o desventuras. Vivirlas en primera persona. Hay muchas ocasiones en las que uno lamenta no recordar episodios del pasado, escenas nebulosas sin rastro alguno que nos hacen lamentar de la vida. Olvidando que en la madurez la vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda, la que puede contar y compartir. “No llores porque ya se terminó, sonríe porque sucedió. Hoy es hoy, vívelo porque no regresa”.

Qué es una crónica de tus recuerdos sino abrir de par en par tus propias emociones. Dar cabida, participar, informar a los demás de aquello que tanto te gustó y tu quisieras compartir hasta el más mínimo detalle y ver reflejada en sus rostros la misma felicidad que a ti te produjo. La vida es un libro abierto y sus páginas son soplos de muchos y diversos vientos. Todos tenemos nuestro libro, y yo me afano día a día, página a página, a escribir todo aquello que me gustaría dar a conocer y compartir. “Cada segundo que pasa, cada luna que surge no hace más que decirnos ¡VIVE! Vive y ama lo que tú eres, como tú seas, por lo que seas. Mira en lo alto hacia el cielo, cierra los ojos. Y no te canses nunca de soñar. La vida es muy corta para no ser felices juntos”.

dijous, 10 d’octubre del 2013

NIEBLAS EN LA FRIA MADRUGADA


No tenía intención alguna ni mucho menos había premeditado nada. Ayer fue un día duro, un verdadero quebradero de cabeza, de aquellos días en  que los problemas vienen atados uno tras otro como una ristra de longanizas. Decidí escaparme, era fin de semana, huir de las adversidades y las angustias de una semana enloquecida. Llegué tarde a casa y caí extenuado en la cama, nada se ha opuesto en mi largo sueño hasta esta mañana en que, al despertar, he sentido como el frío se adueñaba de mí y las ventanas mostraban signos de haber llorado de madrugada. Hasta hace muy pocos días el sol racionaba bendiciones por estos valles en donde la tupida hierba lo cubre todo. También las cimas de las montañas brillaban de puro esplendor hasta el atardecer, cuando ya el sol en retirada infunde a las piedras el color de las manzanas al horno. El ganado ha pastoreado por estas laderas desde finales  de primavera, pintando el paisaje de una estampa bucólica difícil de describir, un retazo del ciclo de la naturaleza. Es curioso observar estos animales que conviven en manadas pero se comportan como lobos solitarios, solo atienden a su alimento y al descanso.

La televisión anuncia posibles nevadas para mañana. Después de tantos años todavía me sorprendo de estos bruscos cambios del tiempo. Aquí el otoño nace medio moribundo, apenas un nombre y tímidas alfombras de hojarasca rojiza en los márgenes del rio, unas manchas en el calendario. El frío, las heladas y la nieve someten al lugar bajo sus estrictas condiciones, no hay espacio para el acuerdo ni mucho menos para la discrepancia. Desde lejos la casa parece un refugio, a medio camino entre el rio y el cielo. Pronto el camino quedará cegado por las persistentes nevadas y el olvido, y las viejas  estacas que lo resiguen quedaran engullidas por el blanco polvo para fundirse con el hielo de la larga noche. La dulce brisa del atardecer veraniego cambiará su aterciopelada piel por afilados cuchillos que con sus toscos soplidos cortan el rostro. El valle se abre como la puerta de un glaciar, y no me apena su crudeza porque pertenece a otro mundo, a otra vida en donde todo es como parece, no hay suspicacias ni mentiras. En el reino del frio y el silencio gobierna la transparencia, no hay sombras  ni maleficios, quizá alguna silueta difusa entre las movedizas brumas de la madrugada que solo esconden roca, madera y nieve.

Es una casa no muy grande, pensada para contemplar y gozar de la montaña, bien aislada y con enormes ventanales. Piedra y madera la circundan. En el interior no hay baldosas ni paredes alisadas, también domina la piedra en el suelo y las paredes, el techo, artesonado de madera, cruza  sus grandes vigas en oblicuo dando la sensación de fortaleza. Una gran sala diáfana presidida por un fuego a tierra de generosas proporciones y un sofá  en forma de herradura frente a él. La fachada que se vuelca al valle es casi toda ella acristalada  en la planta baja. En el piso de arriba los dormitorios. En la parte trasera de la casa un cobertizo que almacena la leña de encina perfectamente apilada. Y también un viejo grupo electrógeno para suplir las frecuentes carencias de invierno. De noche, los tremendos vendavales se manifiestan como si de un invitado se tratara que deambula invisible por todas las estancias con su metálica melodía. Ya no asusta, me he acostumbrado a ello, pero tensiona los nervios. Abajo, en el fondo del valle aparecen casi imperceptibles las lucecitas de la aldea que más se parecen a espíritus navideños que no a medios de vida.

(Tenia treinta años menos cuando escribí estas líneas. Estaba anocheciendo y desde los ventanales veía el bosque azotado por el viento y vestido de amarillo y rojo otoñal. Busqué en el baúl de los recuerdos estos enmohecidos trazos en los que el otoño no era más que una pincelada pasajera, un nombre. Me ha gustado recordarlo, pero queda tan lejos ya.)

divendres, 20 de setembre del 2013

SINFONIA DE COLORES


 

A estas alturas todavía nos sentimos atados a los recuerdos del verano, parece que fue ayer cuando soñábamos con las vacaciones, poder materializar un montón de ilusiones grabadas en la piel de los espejismos, muchas de ellas poco más que humo, pero humo del que aromatiza y no escuece los ojos. Poco a poco, para algunos de hoy para mañana, nos vamos reintegrando a lo de siempre, a lo que en definitiva nos permite seguir soñando, a veces incluso con lo imposible. Una parte importante de nuestro subconsciente se sustenta en lo imposible, en lo que sabemos que no será pero nos gustaría que fuese, en borrar lo que fue y no tenía de haber sido. Son como los clamores o los gritos del silencio, ocultos en la oscuridad de nuestra intimidad.

Pero la vida sigue, con sus crudezas y alegrías sigue. Somos como trenes con distinto recorrido, unos oteando la estación término, otros con un largo recorrido por delante, y la mayoría en una encrucijada media donde no permite augurar el resto de estaciones que cruzaremos ni los avatares que el destino nos reserva en cada parada obligada. Se dice que nadie necesita más unas vacaciones que el que acaba de tenerlas, yo no lo creo, sería tanto como repetir el mismo postre cada día. En parte es bueno vivir con proyectos y con algunas  incertidumbres, ilusiones o motivaciones, lugares por los que darías un soplo del alma por conocerlos. Y en estos casos las oportunidades son como los amaneceres: si uno espera demasiado, se los pierde. Pero a su tiempo, en su momento y cuando por los años no puedas correr, trota; cuando no puedas trotar, camina; cuando no puedas caminar, usa el bastón, pero nunca te detengas!!  

Pero dejemos a un lado el tiempo de solaz y descanso, pasemos página a las playas azuladas y las montañas de húmedos senderos, a las tertulias al abrigo de una prodigiosa sombra, a las mesas de exuberantes manjares. El otoño no está en camino, ya ha llegado y llama a nuestras puertas, despierta! soy el otoño. El invierno debe ser muy frío para aquellos que no tienen cálidos recuerdos que contar. Pero para recuerdos, los míos, me invaden de tal manera que en ocasiones no sé si sueño o acaso me miento. El otoño llega vestido de pintor enamorado, de bata gris y paleta desbordada de colores. Todos los colores del alma y el corazón juntos en un pequeño espacio, como la armonía de una sinfonía irisada o la más dulce de las poesías. Más pronto que tarde las arboledas se pintaran de color fuego, amarillos y rojos se mezclaran en un abanico de tonalidades cálidas y vistosas. Álamos, acacias, abedules y chopos, mudaran sus plateadas hojas por diminutas manchas de vino tinto. No por mucho tiempo, los vendavales otoñales prescindirán de remilgos y mimos para dejar la tierra alfombrada de ateridas hojas pintadas de amarillo desleído. Y vuelta a empezar, algunos árboles mostrarán su retorcido y desnudo  esqueleto, los troncos como brazos y las ramas como manos extendidas al cielo, prestos para la larga travesía del otoño y el cruel invierno, con la esperanza de que la nueva primavera llegue a tiempo de lamer sus frías heridas. Las viñas, desoladas y sin pampas donde esconderse, muestran sus retorcidas cepas ebrias del color del hierro rovellat.

Se sucede el paisaje por la ventanilla, el tren avanza despacio y el silencio señorea por valles y llanuras, los conreos duermen y diminutas huertas languidecen. El cielo rasgado y con quebradas costuras de plomo amenazante envuelve el lienzo de colores insospechados, es una sinfonía de colores. Voy al encuentro del otoño, tran-tran, tran-tran, tran-tran.

dijous, 12 de setembre del 2013

VIVIR DE OTRA MANERA ES POSIBLE


Somos muchos los convencidos pero todavía no son suficientes para alcanzar una mayoría cómoda. Imágenes como las del miércoles o, sin ir más lejos, las de 11/S del año pasado, transmiten una sensación, alimentada por el deseo y la emoción, de que hemos llegado al final del trayecto, de que el tren ya se ha detenido en la estación término. Y, desgraciadamente, esto no es así. No solamente queda mucho por hacer, sino que son muchas las personas a las que hay que persuadir de que hay otras maneras de hacer las cosas, de administrar los propios recursos, de trabajar y vivir con seriedad. Sin intermediarios, sin esbirros imperialistas, sin aprovechados. En libertad.

Otra cosa son las relaciones con el estado español o, dicho de otra forma, esa insufrible dependencia que arrastramos secularmente, de ser considerados una colonia a la que se puede expoliar sin miramiento alguno y menospreciar su cultura, su idioma y su idiosincrasia. Dejando al margen la afilada y sutil verborrea de los gobernantes españoles, y de la oposición también, es una triste evidencia que todos, salvo pocas excepciones, sufren de una catalanofobia  más o menos mal disimulada. Tras un lenguaje frecuentemente adulador y elogioso yace siempre larvado un sentimiento de desconfianza y desprecio, fruto, quizá, de una envidia malsana y una aversión a lo distinto, a unas señas de identidad propias que les revuelven los higadillos. Cierto que España no es Inglaterra, ni Rajoy es Cameron, pero esa actitud envarada, displicente y autoritaria, hace del politiqueo español un negociador intratable. Muchas son las amenazas que a diario reciben los catalanes por parte del establishment centralista, no se interesan por nuestras necesidades o reivindicaciones, no se sientan a hablar, tan solo nos amenazan con el advenimiento del apocalipsis y de todas las plagas juntas; Cataluña fenecerá en sus propósitos de segregación. Pero ya nada cuela, nada es creíble, cualquier persona con dos dedos de frente y exento de malicia sabe que el problema que se avecina es para España, no para nosotros. Cabe preguntarse con relación a España ¿Hay vida sin ese 19% de aportación al  PIB y sin esos 16000 millones  de euros escamoteados año tras año a la colonia? Puede que vida si, pero qué vida!! Ciertamente tienen un problema ellos.

A estas alturas del recorrido hablar de negociación con España es una opción estéril y baldía. Se ha terminado el tiempo, han hecho tarde y lo saben, aunque miren hacia otra parte. La “marca” España no cotiza en bolsa ni lo ha hecho nunca, es la hora de apuntalar la marca Barcelona, capital de un nuevo estado en Europa. Cataluña ha de mantener su eterna apuesta por la serenidad, el diálogo, la constancia, el trabajo y la excelencia. Dejemos para ellos los mamporros, insultos, zafiedad y amenazas. Es lo suyo. Miremos a Europa como modelo viendo en ella nuestro futuro. Girar la vista no nos proporcionará nada de bueno, ni nuevo. Antes al contrario, inmovilismo, oscurantismo, ahogo como pueblo y expoliación.

Ahora la solidaridad es la que llama a nuestra puerta, hay que ser solidarios con nosotros mismos, recuperar el tiempo perdido y repartir el rédito de nuestros esfuerzos en crear un futuro próspero para este viejo pueblo. La solidaridad la aplicaremos allá donde lo creamos oportuno, en el caso de que nos la podamos permitir, y sin imposiciones ni maniobras maquiavélicas. Cataluña quiere tomar su camino libre, pero libre de verdad. Queda mucha pedagogía por impartir, mucho que explicar. No podemos dar por supuesto que la euforia de unos será suficiente para arrastrar a los otros. Unos por ignorancia, otros por temor, los que tienen vínculos familiares, los enemigos de la independencia, los que sencillamente pasan. En estos próximos meses habrá que prestar atención a esa pedagogía. No podemos fallar. 

divendres, 21 de juny del 2013

ESTACIONES VACÍAS


El tren bien podría ser una mentira, una metáfora en la que esconder mi curiosidad por todo cuanto me rodea, las cosas que he vivido y los avatares que vivo. Un afinado objetivo y altavoz con los que proyecto mis sueños y mi estado anímico. Pero no es así, el gusano de hierro existe: silba, quema carbón, corre veloz y arranca respuestas allá donde solo había dudas o desconocimiento. Va dejando un surco tras de si pintado de humo blanco, con el que va arando el camino y los años, sin retraso alguno, puntualmente, justo hasta la entrada en la última estación. Y, porque no, si lo creemos necesario aportamos nuestros sueños para aferrarnos a la realidad.

Siempre he sido y soy fiel a los acontecimientos que relato, ajustándolos a la realidad de lo vivido, pero si puedes soñar debes hacerlo, no debes sentir vergüenza, si pudiera hacerlo soñaría contigo. “Porque ninguna lágrima rescata nunca el mundo que se pierde ni el sueño que se desvanece”. Bien mirado todos tenemos un tren en el que el surco que va arañando la tierra puede ser más o menos profundo, más o menos largo, pero enteramente vital y propio. Quién hay que no tenga nada que contar, que vivir, o  quien amar? Y todo ello es parte del camino recorrido, confidencias montadas en raíles de incierto destino. Las estaciones no son otra cosa que espacios en blanco, momentos de transición entre suceso y suceso.

Ayer a media tarde aparecieron las nubes que nadie había llamado ni esperado. Ocultaron el sol y abrieron su ennegrecido vientre para verter enfuriadas gotas de agua que parecían interrogantes más que gotas de lluvia. Me dispuse a responder, pero vanos fueron mis intentos, cuanto más clamaba, más preguntaba, más arreciaba el aguacero. Empapado y secándome los ojos miré al cielo sin saber porque, las nubes volaban hacia el mar dejando entrever el sol en retirada, pálido i presuroso. Todos los hospitales son iguales, mismas tragedias, mismos dolores. Sensación de vida y de muerte, de desamparo, de remedio. La felicidad está en la lucha, en el esfuerzo, en el sufrimiento que supone la lucha y no la victoria misma. Se abrieron las puertas tras la mortificante espera y cruzó ante mi postrado en la camilla con los ojos cerrados y el semblante tranquilo. Ya todo ha pasado, te encuentras bien, Toni? Por la ventana las sombras húmedas dejaban paso a lánguidos destellos de sol que se escondían en la recién llegada noche. Descansa y cuando te repongas subiremos al tren y abandonaremos los malos sueños dejándolos lejos, muy lejos. Con el sufrimiento se aprenden muchas cosas; entre ellas, no castigar a los inocentes. Y él lo és.

Acaso la vida no es la suma de múltiples trayectos? Pues claro que si. Nunca hemos de dar por sentado que ya estamos en la última estación, siempre en la ¡penúltima! Por lo menos. El tren no espera, se detiene lo justo, y sigue su camino serpenteando entre los desfiladeros de la vida y cruzando los puentes que nos separan de tantas cosas. Hoy mi hermano ha cruzado un túnel más de los muchos que la vida le ha puesto en su difícil camino. Oscuros y silenciosos y con la vista clavada en la tenue luz del final, la del día y la de la noche, la de sonreír y vivir, la de los cálidos y sentidos abrazos.

Ahora estoy más convencido que nunca de que el tren no es una ficción, ni un invento, ni tan solo una dulce metáfora, es un libro con forma de tren que pacientemente va desgranando fotogramas y diapositivas de lo que algunos llaman vida. No, no es ninguna mentira, es la verdad irisada de mil colores.

dimarts, 19 de març del 2013

CARTA AMB DESTINATARI- 19 DE MARÇ


Al cel, els núvols passen i descendeixen fins al mar. Semblen mocadors blancs per saludar al nostre amor  ¡Déu com t'estimo!  No és possible tanta felicitat. Un petó als teu llavis que fan olor de vent  ¡Déu com t'estimo!  Tinc ganes de plorar, Qui pot parar al riu corrent cap al mar,les orenetes al cel que van cap al sol...¡Déu com t'estimo!!

He jugat canviant i mesclant les paraules de Doménico Modugno, ell glosant l’amor per la seva estimada i jo fent una lloança a la vida, a la immensa sort de poder veure cada dia el sol, les muntanyes, el cel...i veure créixer el nostre afany per viure. Saber i sentir què són molts els que se'n recorden de tu, què no estàs  sol. ¡Déu com t'estimo!!

Patim per tantes coses..., ens disgustem per tantes coses...,anhelem tantes coses què moltes vegades ens oblidem de què tenim el major tresor que l’home pot aspirar: la vida... ¡Déu com t'estimo!! Estar envoltat d’una munió de petitons què amb els ullets et diuen totes les paraules del món, què en tenen prou al dir ¡Avi! perquè sentis el que no havies sentit mai... ¡Déu com t'estimo!!

Moltes felicitats a totes i tots els que avui celebren Sant Josep!!!

divendres, 8 de març del 2013

CARTA SIN DESTINATARIO- NO ES PUNIBLE INSULTAR A UN PAÍS?


"El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el 'coste de la vida' (el precio de los garbanzos, del pan, de la harina, de la ropa, del calzado, de las medicinas) depende de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y saca pecho diciendo que odia la política.
No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los ladrones: el político corrupto, lacayo de las empresas nacionales y multinacionales".
Bertolt Brecht.

Resulta evidente que de esta definición de Brecht se nos ocurren multitud de individuos que responden a estas precisas coordenadas, pero hoy me voy a centrar en la figura de Juan Carlos Rodriguez Ibarra, factótum de la España pedigüeña. En su culto a la personalidad, con zafiedad y mala leche, se ha ganado un destacado pedestal azotando sin piedad a Catalunya. Se vanagloria de apretar las tuercas a los catalanes por su indecente egoísmo. No agradece la aportación catalana a las arcas extremeñas, las exige!

Con unas aportaciones de fondos más que generosas de la Comunidad Europea y de Cataluña, todo el mundo reconoce el crecimiento y democratización de Extremadura !! Además de soberbio es un tío estomagante que se permite comparar a Cataluña con la Alemania nazi i a Mas tildarlo de Hitler y Mussolini. Se permite dudar de la democracia en Cataluña, cuando precisamente ahí radica el único y verdadero territorio de España en dónde se entiende y practica. Es un despropósito más que este “barón” socialista tenga una poltrona como Consejero de Estado, de un Estado que por democracia entiende ir a los toros. Acusar de nazismo es delito, actuará de oficio algún fiscal?

dijous, 28 de febrer del 2013

CARTA SENSE DESTINATARI.-POTSER PLOURÀ


Avui s’ha despertat el dia lleganyós, trist i amb els núvols en peu de guerra. Dubto entre quedar-me a casa i no fer res o no fer res i quedar-me a casa. Veig les muntanyes rere els vidres ensenyant taques blanques, restos de la nevada de fa uns dies. El termòmetre fa dies que ha defallit i s’ha plantat en la part baixa de l’escala. Concloem febrer amb signes suggeridors de l’estat general. Segueix el degoteig de personatges que han estirat més el braç que la mànega per posar la ma en calaixos aliens. Empresonats, aturats i pensionistes formen la proa d’un vaixell a la deriva en aigües plenes d’icebergs.

El Sant Pare, vell, cansat i fastiguejat, abandona el tro de Sant Pere, mentre la cúria vaticana i el col·legit cardenalici, esmolen les eines i posen a punt les estratègies per col·locar el seu delfí en el pont de comandament. Jocs de poder despietats. Els socialistes catalans han donat un cop de puny a la taula, ja era hora, però no sé si s’han trencat la ma. A fi de comptes compartir idees i cafès amb personatges com Guerra, Bono,  Rubalcaba o Griñán és com per menjar-se un gripau cada matí. La princesa Corinna diu que la seva amistat amb el rei és entranyable, i jo no en tinc cap dubte. La Carme Chacón que s‘ha quedat sense PSC i, molt possiblement, sense PSOE, potser veurà truncades les seves aspiracions per governar Espanya sencera, jo crec què més què aspiracions són al·lucinacions. El Barça està en hores baixes i com a conseqüència a sumit Catalunya en la depressió i, fins i tot, la desesperació d’alguns.

Gaire bé res de nou, tot empantanegat i emmerdat com sempre. Començo a creure que no ens en sortirem d’aquesta. Vivim en un país insofrible. Em sembla què comença a ploure. No sé què fer avui.

dimarts, 19 de febrer del 2013

CRÒNICA D'UN PETIT PARADÍS


CRÒNICA D’UN “PETIT” PARADÍS.
En Norman Lewis ja va deixar les coses clares. La seva descripció del mediterrani itàlic es apassionant. Però, vivim la nostre pròpia percepció situada a la Itàlia meridional. El golf de Nàpols,protegit al nord per les illes de Procida i Ischia, dibuixa l’enorme badia que queda barrada al sud per la península de Sorrento. Naveguem des de Capri posant rumb a Nàpols. En el mar de Capri el sol s’hi capbussa per irisar de màgics i múltiples tons les seves profunditats, la seva bellesa ens obliga a domesticar l’oblit. Guaitar l’espectacle per damunt  d’Anacapri ens mostra la natura en tot el seu esplendor i ens repta a morir de goig, que de felicitat també es defalleix.

Divisem Nàpols,capital de la Campània i refugi de La Camorra i els seus sicaris. El castell de Sant’Elmo presideix la ciutat i la badia. A estribord, amenaçador, el Vesuvi simula dormitar. Unes quantes milles al sud,el seu homònim Stromboli ,es la  porta d’accés al estret de Messina: a la dreta La Cosa Nostra i Sicília, a l’esquerra La Ndrangueta y Calabria.

La dona napolitana, tan bellíssima i sensual, canta al amor les seves impagables canzones napolitanes  que embolcallen de jovial misticisme al bo de Sant Genari. Venerat  i custodiat per creients i descreguts , el pobre, escolta prèdiques, ofrenes i peticions per després aconsellar, gesticular i renyar com a bon napolità. No cal oblidar que fins i tot els capos ,en una nit d’orgia de sang i plom, poden plorar davant dels  Sants Patrons o en el punt culminant de l’òpera preferida. La Loren, Carosone, Muti, Caruso i tants altres que amb el seu talent avalaren i prestigiaren a La Campània.Sense oblidar els fills pròdigs que un dia varen emigrar cap a les Amèriques amb les mans buides, i el fred i la fam per tot equipatge.

El sol comença a amagar-se per l’esquena de Capri i volem fer nit a Salerno, queda una hora. I abans d’amarrar i tornar a somiar els vull dir,amics,que si no han tingut ocasió de veure partir els vaporettos i transbordadors  al capvespre de Nàpols, rumb a Capri o Sorrento,no s’ho perdonin, no ho oblidin. L’escorredís sol en retirada els ho agrairà, perquè li agrada complaure, i els seus sentits restaran afalagats per sempre més. ¡Ah!, si per un moment els assalta el dubte de saber quants Don Vito hi ha en el món, deixin-ho, son incomptables. Frueixin Napoli i els regals de la vida, que son molts.